Hola a todos, Dios les llene de bendiciones. Quiero empezar esta reflexión, compartiéndoles lo agradecida y bendecida que me siento. Les compartiré un poco el "por qué" de ello. Este mes de octubre del 2022, se podría decir que es un poco fuerte para mí. Así lo expresaron algunos que me conocen personalmente, y dos de ellos con los que me vi entre el viernes y el sábado, me mencionaron casi lo mismo. Una de estas personas expresó: -Adry, este mes cumples años y supongo te traerá muy tristes recuerdos, creo que desde este año ya no deberías celebrarlo.- y sonrió. La otra persona que vi, mientras se servía algo de tomar, me miro y dijo: - Oye por esta época hace un año tu ex matrimonio andaba a punto de tronar. ¿Recuerdas? ¡Qué feo cumpleaños pasaste! Espero este año no vaya a ser triste para ti. Vamos hacer lo que sea para que pases muy contenta y sin recuerdos o nostalgias, ¿vale?- Mi respuesta dada fue: -Ummm, déjame decirte que no estoy triste, ni estaré triste y mucho menos con nostalgia. No tengo porque dejar de celebrar, ni será una fecha donde quede marcada de mala manera. Obviamente, será difícil olvidar esos días de octubre del 2021, pero más difícil de olvidar serán los días que he vivido en este maravilloso 2022. ¿Sabes por qué? Porque a través de ese profundo dolor aprendí a crecer, a ser más cuidadosa en lo que decido, pienso y hablo. He aprendido a perdonar a otro nivel, a ser más serena, a sanar y ser más discreta, a vencer el miedo ante la oscuridad, y a no huir ante una discusión o problema. Aprendí a no gritar, a no hacer berrinche, y también a poner en práctica lo que por tantos años Dios me ha enseñado, y que practicaba a medias. Ahora me tomo el tiempo para conocer mejor a las personas, a no ser tan dependiente de otros y sentir amor por el prójimo, demostrándolo con mis acciones y reacciones. Ya no pago mal a aquel me hace mal, mejor tomo distancia y perdonaré cada vez que sea necesario. Entonces, “Todas las cosas sirven para bien” como lo menciona el texto bíblico que encontramos en: Romanos 8:28 TLA “Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Dios ha tenido un plan para mi vida y me ha estado perfeccionando. Entonces todo pasa por algo. Vuelvo y lo repito, cada día y cada vez entiendo más las escrituras. ¿Sabes? Es fácil leer, es fácil elegir qué comer o que ropa colocarnos, incluso es muy fácil tomar un libro y devorarlo en un fin de semana. Pero NO es igual de fácil recordar todo lo que se lee y mucho menos ponerlo en práctica. Por eso te digo que el mes de octubre más que ser un mes marcado negativamente, es un mes que seguirá siendo el mes de mi cumpleaños, el de mi nietecita Cienna y el de uno de mis hijos. Pues a pesar que fueron días duros, doy Gracias a Dios por ellos. A partir de allí Adry empezó a entrar en conciencia, de que tenía que analizar qué estaba mal en ella y que la llevaban a repetir ciertos patrones nocivos. Empezó a leer en forma diferente y por ende a entender en forma diferente. Adry aprendió a preguntar sin temor, a enfrentar sin soberbia, a disfrutar de su espacio, soledad y tiempo. Pero principalmente entendido que nada se logra con CERO esfuerzo. Los verdaderos cambios se obtienen con PRÁCTICA, y la práctica se logra con disciplina, dedicación, estudio y metas de cambios. Para ello he leído mucho, he escuchado muchas predicas, reflexiones, como también grandes momentos de silencio, llanto y meditación. Gracias a todo esto vivido he logrado tener este espacio de “Sanemos Junt@s” en otro nivel. Entonces... ¿Cómo no estar agradecida con Dios? ¿Cómo a raíz de todo esto podría decir que aun no entiendo que todo tiene una razón de ser? La verdad es que Dios nos tiene que dejar pasar por circunstancias duras, que nosotros mismos muchas veces nos las hemos buscado, para que reaccionemos, para que tomemos el tiempo de examinarnos, y trabajemos en nuestro cambio. Para que le busquemos y finalmente nos tomemos de su mano y AHORA Sí practiquemos lo que nos enseña en su hermosa y sabia Palabra. Tristemente hay quienes nunca aprenden, a pesar de mil golpes, caídas y fracasos, porque no abren sus ojos ni su corazón como debe ser, y se dejan llevar por su propia prudencia y decisiones, convirtiéndose en necios y muriendo en su ley. Creyendo que fueron víctimas de una vida dura, porque es lo que pasa, cuando no nos examinamos ni estamos dispuestos a trabajar en un arrepentimiento, en un cambio cueste lo que cueste. Siempre es mejor echarle la culpa a los demás y a la vida misma. Ese no seguirá siendo mi caso y espero tampoco el tuyo. Hoy libre y felizmente puedo decirte que este mes de octubre solo serán algunas circunstancias y personas distintas las que estén a mi al rededor. Pero estaré feliz y agradecida. Siempre oraré por todos los que de una u otra manera han formado parte de mi vida. De todas he aprendido algo, y por todas esas vivencias he tenido grandes testimonios que compartir. Solo puedo decirte que le diré a Dios de ahora en adelante: Gracias, Gracias. Gracias mi Señor, mi Padre Celestial, mi Dios, por todas las oportunidades que me has dado, y me estás dando. Por todo lo que me has enseñado, por la paciencia que me has tenido y me seguirás teniendo, por la prosperidad que me das espiritual y económica hoy en día. Por la vida y por todos los que has puesto en mi camino. Cada vez puedo entender más el porqué de mi corazón noble y sensible, y la tarea que tenías para mí. Gracias, porque al pensar en qué sería lo que compartiría hoy, colocaste en mis manos la hoja perfecta del libro que me dijiste que abriera. Una hoja que corresponde al libro devocional llamado “Los cinco lenguajes del amor por Gary Chapman”, en el día 7 de abril. Nada que ver con el día que es hoy. Titulado: “Pacto y Reconciliación”. ¡Dios, eres increíblemente bello conmigo! Te cuento para ir concluyendo esta reflexión, que lo leí y luego me fui al día que correspondía y de repente me quedé callada y pensando: -Cómo empiezo la reflexión que compartiré de acuerdo a la experiencia que tuve la semana pasada y con la visita que recibí de Colombia, Pues tengo muy bonito testimonio para compartir.- Y en ese momento algo dentro de mí me dijo: - Vuelve al 7 de abril porque estás en octubre y cosas se te han dicho. Vuelve y lee sobre el pacto y la reconciliación, y medita en las respuestas que diste a esa dos personas que te dijeron sobre lo sucedido hace un año atrás, y luego podrás compartir sobre tu testimonio en cuanto a la grata visita recibida y por el cual no pudiste compartir ninguna reflexión la semana pasada.- Y heme aquí. Contándote por qué me siento feliz y agradecida. ¿Lo entiendes ahora? En el devocional de ese día leí que las faltas en sí, no son las que dañan. Lo que daña, es el NO ocuparnos de ellas. Y ocuparnos de ellas significa, reflexionar en nuestros errores, más que en los errores de los demás. ADMITIENDO qué está MAL en nosotros y trabajar en nuestra corrección. TRABAJAR en NUESTRA corrección, en los cambios que necesitamos hacer PARA LOGRAR un giro diferente, una vida diferente y una sanidad genuina. Por lo tanto mi experiencia es que necesité: 1. Auto evaluarme. 2. Esforzarme. 3. Tener voluntad. 4. Tener disciplina. 5. Practicar cada día lo que he venido aprendiendo. Y MUY importante APRENDI A RECONCILIARME CONMIGO PARA LOGRAR RECONCILIARME CON QUIEN ME LASTIMÓ Y CON EL MUNDO Y LA VIDA EN SÍ MISMA. Mientras no aprendamos lo que es la reconciliación verdadera no seremos libres verdaderamente, valga la redundancia. Entonces te invito a buscar lecturas que te ayuden a enfrentar y sanar los problemas o las adicciones con las que estes luchando. Recuerda: ¡NADA SE LOGRA CON CERO ESFUERZO! Te mando un fuerte abrazo... - Adry Victoria -
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ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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