HOY UN HERMOSO DÍA PARA APRENDER Y SEGUIR REFLEXIONANDO... ¿Crees que las cosas que nos pasan son por DESTINO, CASUALIDADES o por ELECCIÓN? Veamos la definición de cada una, ya que muchos confundimos los sucesos de las cosas o les llamamos de manera no adecuada, o tal vez lo hacemos por lo que nos hemos acostumbrado a escuchar de otros. Empecemos viendo qué es una CASUALIDAD: Bueno, la definición de ella hace referencia a la combinación de circunstancias que resultan imposibles de anticipar y evitar. Aquello que ocurre por casualidad es un imprevisto. OSEA, miremos un ejemplo: Un día como todos, sales a trabajar y dejas tu auto estacionado correctamente. De repente te llega la noticia que tu auto está en malas condiciones, debido a un accidente justo al lado de donde tenías tu carro estacionado. ¿Podíamos haber evitado esto? ¡No! Ya que son ese tipo de circunstancias imposibles de predecir. Era imposible que supiéramos que alguien se accidentaría justo al lado de nuestro auto. A este tipo de circunstancias podemos llamarle casualidades de la vida. Otro tipo de casualidad es hacer planes de ir al manicure, luego al mercado para comprar lo que necesitas en la semana, y sin haberlo planeado o pensado te encuentras con tu mejor amiga, una prima o tu jefe. ¿Son casualidades inevitables verdad? Más sin embargo no podemos llamar casualidad si conocemos a alguien, justo en el momento que estoy pagando mis compras, en la estación del tren, en la librería o incluso cuando estoy llegando a casa y estoy estacionando mi carro. Ya que esto es algo que solo nosotros podemos decidir si le saludaremos, si le hablaremos, nos sonreiremos o si sólo pasamos desapercibido el momento como muchas veces lo hemos hecho. No podemos decir que le hablamos a TODO el mundo. Ahora miremos qué es o sería DESTINO: El término destino presenta varias referencias dependiendo del contexto en el cual se le emplee. Podemos decir: el destino al que me dirijo es mi trabajo, refiriéndonos a un lugar en concreto. “El destino de este dinero será para el pago de", dándole ubicación a un presupuesto. Pero, también hemos escuchado decir: “mi destino estaba marcado”. El significado más popular en todos los sentidos de la palabra DESTINO es la fuerza sobrenatural o desconocida que se cree que actúa de forma inevitable, tanto sobre las personas, como sobre los acontecimientos y que hace que los mismos actúen de tal forma, porque se supone que ya está establecido. Se dice que, “el destino de un individuo son esa serie de sucesos inevitables de los cuales no se podrá escapar”. Este es el concepto que muchos tienen y en el cual creen. Leí, que en las culturas occidentales antiguas, como la griega y la romana, tan importantes en sus tiempos, la idea de destino ocupó un lugar relevante, es decir, supo tener una presencia tan fuerte que se le consideraba como una voluntad divina que predeterminaba lo que sucedería, y así mismo pensaban que nada podía hacerse contra esa predestinación. Pero cada civilización de las mencionadas le supo dar una denominación particular que nada tiene que ver con la palabra que usamos hoy. Los romanos lo llamaban Fortuna y los griegos Moira. Por otra parte, algunas religiones sostienen que el destino es un plan diseñado por Dios, dicen que ningún ser humano podrá alterar o contradecir lo que ya está tratado para él. En cambio, los que somos llamados Cristianos desechamos la concepción de predestinación absoluta. Ya que a través del estudio de la palabra hemos aprendido que Dios ha dotado a los hombres de libre albedrío, por lo tanto podemos tomar nuestras propias decisiones. Y el resultado de dichas decisiones no será por un “DESTINO MARCADO”, si no por las elecciones que hemos hecho en el transcurso de nuestra vida. Empezando por las amistades que elegimos, el cómo nos vestimos, si estudiamos, el tipo de trabajo y hasta la forma en que hablamos. Todo lo elegimos nosotros. A no ser que seamos personas con algún tipo de enfermedad donde necesitemos la guía o ayuda de alguien, no de un destino. Por lo tanto si nos va mal en algún área de nuestra vida, no debemos decir o preguntar ¿Por qué me tocó este destino?; “Soy pobre por el destino que me tocó"; “No tuve estudio, porque fue el destino que me tocó”; “me han sido infiel porque fue mi destino". "Conocí a tal persona, porque el destino me la puso en mi camino, no por casualidad, y esa persona me hirió, porque estaba escrito que sería la forma en cómo aprendería una lección." Te das cuenta cómo se nos hace fácil ir clasificando circunstancias de tal modo. ¿Qué nos impide ver la responsabilidad de nuestras decisiones y elecciones que hacemos? Somos nosotros los que elegimos conocer a alguien. Somos nosotros los que elegimos arriesgarnos en una relación de amistad, de amor, de trabajo. De crear seguridad o desconfianza. Son nuestras decisiones y elecciones las que determinan nuestra vida en todo aspecto. Casi hasta en nuestra salud, de acuerdo a como me cuide, alimente, ejercite y frecuente a un médico. Entonces veamos qué es ELECCIÓN. Aunque ya escribí un poco sobre ello, el término "Elección" alude al acto y la consecuencia de elegir, seleccionar o escoger algo o a alguien. Una elección, en esencia, es el resultado de un proceso mental a través del cual se analizan diferentes alternativas y se opta por una de acuerdo a la conveniencia o a la valoración que se le atribuye. Todas los seres humanos estamos constantemente eligiendo algo. Desde que nos levantamos empezamos a pensar qué elegir de desayuno. Si lo hacemos o no, el cómo vestirse para salir de casa, por ejemplo, son elecciones que la mayoría de la gente realiza diariamente. Algunas decisiones son fáciles de tomar, porque tiene escasa repercusión para nuestro futuro. Las elecciones se hacen más difíciles cuando estas involucran aspectos económicos, cambios drásticos o sentimientos, y son esas elecciones la que llegan a marcar nuestra vida fuertemente. VEAMOS: En algunos casos si la elección fue escoger un mal camino, como el de las drogas, el alcohol descontrolado, o los juegos de azar, muchos quedan dañados, algunos han terminado muertos, otros locos, otros indigentes, y muy pocos han logrado salir de allí, re hacer sus vidas y mejorar su rumbo. De cualquier manera causaron mucho dolor a ellos mismos y a los seres queridos que les rodeaban. ¿Cuántos padres, hijos y esposas oran hoy en día por una situación de estas? Demasiadas diría yo... Decidí escribir sobre este tema, porque cada día que pasa aprendo más sobre las cosas que me han pasado, y como ya muchos me conocen a través de mis reflexiones y testimonios compartidos, saben que soy muy analítica, sentimental, romántica. Pero ante todo he aprendido a ser sincera conmigo misma, porque todo debe empezar justo ahí: HONESTIDAD CON UNO MISMO. Para lograr crecer y avanzar, para lograr no seguir cayendo en el mismo hueco, debemos ser honestos con nosotros. Mientras no aceptemos nuestros errores y cuáles han sido nuestras debilidades, nada cambiara. Por eso es tan importante poner en claro las definiciones y el significado de las cosas. Para que no sigamos buscando pretextos o nombres no adecuados a nuestras circunstancias. "No sigas deprimida Adry por cosas que tú misma has elegido", fue lo que me dije hace unos días atrás. "¿Mujer, qué ganas con lastimarte? Todo en la vida tiene un precio. Todo lo que elijas tendrá un resultado. Cada acción tendrá una consecuencia. Buena o Mala, tendrá un final. Entonces sé consecuente con lo que piensas, eliges y expresas." Claro, me toca regañarme en ocasiones un poco fuerte, lo confieso. ¿Tú lo haces contigo? ¿Te has llamado la atención? ¿Eres honesto, o sigues ahechándole la culpa al destino? Si tú te regañas, qué bueno que eres sincero. Eso hice yo hace unos días, pues, no debemos estar llorando por cosas que están pasando, sí has hecho elecciones, según, muy bien pensadas. Por un futuro mejor, por una medio pensión para un retiro, pensando en una estabilidad económica y en no vivir de arrimada en la casa de nadie, cuándo aun estas medio joven, entonces, digo: "¿Adry, en serio? En serio te das el lujo de sentirte triste todavía por lo que has perdido? Perdiste un hogar porque ambos quisieron pensar qué estaban haciendo lo correcto, pero solo uno quería luchar, y al final te diste cuenta que fue lo mejor para ti. Mira la oportunidad que Dios te esta dando. Perdiste una casa porque no investigaste bien antes de invertir en ella. Solo te dejaste llevar por un sentimiento, pero esa fue tu elección. ¡Asúmelo y ya! Extrañas tus levantadas en medio del campo y tu rico café, las 4 hermosas amistades que dejaste allí, tus perritos. Yo lo sé… Pero Mujer, tienes un propósito. Entonces, en lugar de sentirte triste, lucha para que logres tu objetivo PRONTO. Vives algo lejos de tus hijos y en ocasiones te sientes sola, pero recuerda el por qué de esa elección. Por favor ya perdónate y disfruta con paz de cada día que logras levantarte con vida. Valora ese hermoso regalo que Dios te da. Valora esos momentos de soledad. Mira lo bello que haces y la importancia tan grande que tiene, cuando logras tocar el corazón de otra persona. Personas que se sienten identificadas con muchas de tus experiencias, a las cuales les das ánimo y les compartes Tips de lo que has hecho para lograr superar cada etapa, cómo lograr resurgir de una caída, de una mala decisión, de una mala experiencia. Entonces mi bella Adry, cuando te sientas afligida, triste o con dudas. Regresa a tus escritos y mira lo que has logrado con la ayuda de Dios. Busca un buen libro o piensa en lo vivido esa semana para que tengas ideas de cual será tu próxima reflexión y así llenes tu corazón de ánimo y recuerdes el propósito que Dios a puesto en tus manos. No lo mires como consuelo tonto. Siéntelo con alegría y agradecimiento porque en verdad que es un REGALO. Nada pasa por casualidad ni por un destino marcado. TODO pasa por las elecciones que decidimos hacer. Por lo tanto sé valiente y enfrenta el resultado de ellas." Con este escrito te hago una segunda confesión: Infinitas gracias doy a Dios por este escrito. No pensé que fuera a tener este final, es más no sabía qué final tendría al sentarme a escribir sobre él. Pues a medida que escribía fue fluyendo lo que tenía guardado en mi corazón y sin saber ni pensarlo, me di cuenta que estaba deprimida. Que la semana que había pasado, no fue una semana tan productiva en mi trabajo, ni en lo personal, porque mi corazón estaba lleno de nostalgia y negatividad. Incluso me disgusté con mi mejor amigo por una tontería. Fíjate hasta dónde llegas a veces por estar acelerada y frustrada. Llegas a enojarte por cosas que no tienen sentido. "Gracias Dios porque definitivamente me usas, me guías y me muestras que esta página tiene un sentido GIGANTE, empezando por mi propia vida. Porque si no fuera por ella, tal vez no me sentaría como lo hago ahora desde hace un año a escribir, meditar y ver dónde estuvo la falla, y cómo tú me has dado la salida, me has enseñado a crecer y mejorar. Me has enseñado a compartir con otros, mostrándoles que no estamos solos. Que no somos los únicos que pasamos por dolor y cometemos errores. Que existen soluciones y siempre se podrá salir del hoyo siempre y cuando así lo decidamos. Me has enseñado que es normal a veces sentirse triste, defraudado y caído, pero que nunca debemos quedarnos allí, y mucho menos debemos culpar a otros por lo que nos pase". (Estas son mis palabras para el Señor) Por lo tanto mi querido amig@ si una de tus circunstancias es la terrible DEPRESIÓN, renuncia hoy a ella. Tú eliges hasta cuándo te quieres sentir culpable. Tú eliges hasta cuándo te quieres seguir sintiendo enferma, traicionada, derrotada. Ve busca el libro de los Salmos, arrodíllate, llora y en oración descarga todo ese sentimiento. Déjalo en manos de Dios y hazlo cuantas veces sea necesario. Porque esta es la vida. Vinimos a aprender, crecer y ser personas de amor, luz y esperanza. No a ser personas tristes y fracasadas. "Señor, hoy me enseñaste sobre definiciones y conceptos, sobre responsabilidad y honestidad, sobre elección y consecuencia, y me recordaste sobre el balance que debemos tener en nuestra vida. Sé que debo trabajar para el sustento diario, pero hoy me queda claro que no debo descuidar mi tiempo contigo y con este trabajo que me has encomendado. Si cumplo contigo nada me faltara." (Mi Oración) De todo corazón espero que este escrito te sirva, te ayude, te anime y hayas aprendido como lo hice yo. Un muy fuerte abrazo y que esta semana sea de gran bendición. Mucho más de lo que debió haber sido la semana pasada. Con cariño, Adry Victoria.
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Cuando hablamos de aprender de los errores, muchas veces dejamos de lado un concepto fundamental: ¡Aprender a asumir el costo del error! Porque por mucho que la psicología positiva te quiera decir que no hay error, sino que es un aprendizaje, si no se asume y se es consciente de él, nunca se convertirá en aprendizaje. Aunque hay personas que llegan a darse cuenta del error, sienten dolor y arrepentimiento, mas sin embargo les es difícil salir de allí, tomar decisiones, abandonar el error y comenzar renovados, libres, con deseos de un nuevo comienzo en sus corazones. Tomando esto escrito anteriormente, debemos tener en cuenta que hay diferentes tipos de errores. Tratare de explicar algunos vividos...
Para comenzar, pondré un ejemplo de lo que sería el costo de un error: Eliges un día solitario y con ganas de hacer algo diferente, ir al cine. La entrada te ha costado $20 dólares. A los 20 minutos te das cuenta que la película no resultó ser lo que creías y te aburre mortalmente. ¿Qué haces? Tienes dos opciones: Quedarte, pues has pagado por ello aunque no te guste, o marcharte, perder el dinero, pero NO el tiempo. ¿Qué fue lo primero que vino a tu mente? Si elegiste quedarte, estamos delante de un típico caso de no asumir el costo del error e incurrir en un doble error: Pagar sin haber leído sobre la temática y perder el tiempo al decidir quedarte. En el mundo de los negocios, por ejemplo, comienzas algo con la esperanza o el sueño de lo que será una buena inversión. Pero a medida que va pasando el tiempo, te das cuenta que no fue tan buena, y por más que tratas de avanzar y que funcione, te salen y salen obstáculos. Aun así continúas, pues no quieres perder el dinero que invertiste en él. Tratas de luchar en contra de la marea, de las señales y pronósticos que te han venido anunciando. Nuestro cerebro es terriblemente dicotómico, o sea, indeciso, dividido. Casi siempre está decidiendo entre una cosa u otra: voy o no voy, compro carne o pescado, me corto el pelo o me lo dejo largo, hasta llegamos a pedir opiniones para sentirnos segur@s de lo que deseamos elegir, escoger o hacer. Y sí, lo hace hasta en las cosas más triviales. Por lo tanto, no es ninguna proeza tomar decisiones aunque tengamos la impresión de que sí lo es. Alguien me dijo hace poco: Adry, no te ofendas PERO con esa actitud de no querer perder lo que ya has invertido y apoyar un sueño que en el fondo sabes que ya se te derrumbó, primero, porque ya no esta la persona con la que querías realizar ese proyecto de retiro campestre, y segundo, la constructora ya anunció que no podrá entregar las casas prometidas aunque ya estuvieran pagadas como fue tu caso, pues quebraron como empresa. Aun así, sigues con el pago de un terreno a sabiendas que ya no lo vez como tu vivienda de planta. Estás perdiendo cada día más dinero pero te engañas diciendo que podrás recuperarlo más adelante. Adry lo perdido, perdido está y cuanto antes lo asumas mejor será y podrás salir de esa situación desfavorable. Mira que ni a tu nombre está. Mira la situación de tu país, y quien quedo de presidente. ¿De veras Adry? A nadie le gusta hablar de sus propios errores. Son una parte inevitable de la condición humana. Pero pocos son los que se atreven a mencionarlo y otros a asumirlo. A veces pensamos y criticamos sobre este punto, pero ahora enfrentando estos nuevos retos y aprendiendo a mirar más hacia dentro de mí, de mis decisiones, caídas y fracasos, estoy aprendiendo a distinguir lo que es error y no aceptarlo, y lo que es un aprendizaje al asumir dónde falle o estoy fallando. Pues me queda claro en este aprendizaje que hay situaciones donde nos es muy difícil renunciar, salir corriendo de donde estas, y tratar de comenzar renovado, libre y no perder más de lo que ya has perdido. En algunos casos, energía, paz, honestidad, tiempo y dinero. En otros casos califican todos los mencionados... ¿Sabes? Son de esas situaciones, que te ponen entre la espada y la pared. Dónde dices: ¿Será que sí fue un error? Piensas y piensas y hay algo en el fondo de tu corazón que te está dando la respuesta: ¡SÍ! sí lo fue. Tus intenciones fueron buenas, tu sueño era bonito, pero oíste y no quisiste escuchar las predicciones que habían, ni los consejos que hubo en el camino. Al terminar de pensar en eso. Me dije en voz baja. Sé que me gustaría retirarme de viejita si Dios me lo permitiera, en mi tierra. (País) en el campo, al lado de mis hermanas, si ellas también estuvieran aún. Pero después de lo vivido en los tres meses que estuve allí, algunas buenas y otras no tan buenas, mis sentimientos cambiaron un poco. Más aun cuando al regresar a USA, sentí una alegría tan rara pero tan grande. Dentro de mi dije: llegué a CASA. “A casa” jajaja. No tenía ni casa. Regresé a Estados Unidos sin tener a dónde llegar. Llegué a un cuarto de hotel mientras lograba acomodarme y volver a una estabilidad de vida. Llegué a retomar mi trabajo y enfrentar los retos que había dejado atrás. Volver a comenzar en cierta manera de cero, pero con la experiencia del cómo lograr resurgir. Solo necesitaba sentirme segura nuevamente de mis capacidades y lo aprendido anteriormente. También necesitaba tapar los oídos a comentarios que llegaban a mí con respecto a lo que mi ex esposo estaba diciendo y ensuciando mi integridad e imagen. Excusando su proceder, queriendo tapar su acción, diciendo que era yo la que había sido infiel y que seguramente no estaba ni estaría mal, porque mi “amante” se haría cargo de mí. Bueno, te diré que me costó trabajo tapar los oídos y llenarme de fuerza para volver a levantarme. Continuemos… Un mes y medio después, al estar ya ubicada, pienso en esa inversión hecha en mi país, y continua un debate en mi mente. Y es cuando esa conocida me dice: ¿En verdad Adry? Entonces hay errores que debes corregir, aprender de ellos y saber salir de allí por más que el aprendizaje haya costado mucho, o incluso te cause mucho dolor, pues cada tierra removida, piedras levantadas, pedacitos de césped sembrados, llevan una lagrima mía. No hubo un día mientras trabaje en este terreno que no llorara y pensara en todo lo que se soñó allí. Por lo tanto la parte económica me dolía aceptar que se estaba perdiendo. ¡Me dolía pensar que no me la había robado como para perderla de esa manera! Pero no me dolía tanto como los sentimientos allí dejados. Un árbol se sembrará allí y llevará indiscutiblemente el nombre de VICTORIA. ¿Por qué? Bueno, otra historia que tendrá que continuar... En una de mis lecturas encontré algo que decía: Bastante rabia da perder un avión justo el día que sales de vacaciones, pero más coraje debe darte el quedarte en casa todas las vacaciones por no haber querido comprar otro pasaje. Muy muy cierto... Qué gano queriendo luchar por un terreno que no sé si podrá ser mío con el nuevo gobierno y sus políticas de pensamiento, en lugar de tratar de hacer mío el lugar donde estoy, donde aprendí a vivir, más cerca de mis hijos. Aunque están en otros Estados, es de todos modos estar mar cerca. Donde hice una carrera. Donde seguramente sí es la voluntad de Dios, me pensionaré y de repente tendré la oportunidad de volver a enamorarme o recuperar algo que yo he creído perdido. Al cabo, para viajar y tener bonitas temporadas de retiro, disfrutar de mis hermanas y los bellos paisajes de mi país, no necesito tener algo propio, ya que estoy segura que en la casa de ellas SIEMPRE habrá un lugarcito para mí. Y si llegara a ser la voluntad de Dios que yo tuviera algo allí, Él dará los medios nuevamente. Con esto me di cuenta de que hay errores que aunque lo sean, si tú no los ves así, seguirás en el error. De lo contrario no estaríamos debatiéndonos en nuestra mente. Ahora, ¿Dónde dejas los errores cometidos a nivel de sentimientos? ¿Alguna vez te has dicho: «No volveré a hacer eso», sólo para encontrarte haciendo exactamente lo mismo poco tiempo después? Si es así, no estás solo. Es probable que todos hayamos repetido alguno de nuestros errores en algún momento. En alguna ocasión me dije: No volveré a caer en una relación donde no me sienta valorada, respetada y en desigualdad de sentimientos. Y más me demoré en pensarlo y expresarlo, que en caer. Un día por huir de alguien que yo creía que no me daba mi lugar y según yo, darle una lección, caí en una relación donde tiempo después de forma muy dolorosa me di cuenta que nunca me amó. Intento, intento e intento. Incluso sé que oró a Dios pidiéndole que lograra enamorarse para no acabar con un pacto hecho ante un altar. Él se casó por razones equivocadas. Le guste, veía en mi un corazón bueno, noble, pero no ese amor que se necesita sentir para lograr desear a esa persona. Y es ahí donde comenzó nuestro error. Nunca me deseó... Creo que el confundió un poco sus sentimientos y aprovechando la oportunidad de una vida más estable económicamente, un lugar más de él, quizás el ya no rodar, me propuso matrimonio y yo acepté. Acepté a pesar de que ya sabía que tenía un temperamento algo difícil, que era algo voluble, algo inestable. Incluso en ocasiones cuando disgustábamos en medio del noviazgo, yo le decía: ¿Por qué peleamos? ¿Por qué te enojas por cosas tan insignificantes? Y él solía decir: Adriana yo no la quiero como Usted a mí y nunca pasará.. Esas eran sus palabras. Pero siempre pensaba que lo decía porque estaba molesto y solo quería herirme. Con esto vale la pena recordar lo que dicen: “Cuidado con lo que hablas. Porque la lengua TIENE PODER". Aun así, en ese momento yo sentía que podía cambiarlo. Que Adry era la mujer que llegaría a ayudarle a sanar su corazón, a superar ciertos traumas y a que fuera feliz. Con orgullo, mi ego inflado hasta los cielos, decía: Es mi esposo, me casé. Miraba en él más sus cualidades de bondad, de cariño, su mirada tierna que en ocasiones lograba tener, el que siempre me abría la puerta del carro así estuviera muy molesto, el cómo le gustaban mis manos y cómo le llamaba a mis pies “mis bloquesitos”, por lo gorditos que los tengo. Miraba más eso que todas las señales que hablaban de lo malo de nuestra relación, y que tenían mucho peso, pues por más que intentó amarme y desearme, NO lo logró. Me regaló una buena suegra y unas bellas cuñadas, las que fueron muy respetuosas, amables y cariñosas conmigo. Me sentía especial. La verdad sentía muy bonito el pertenecer a esa familia. Él cometió sus errores, pero igualmente yo, pues también me casé por los motivos y sentimientos equivocados. También luché en enamorarme de tal manera, que sus palabras no me dolieran, que sus defectos pesaran menos que sus virtudes y que así tuviera muchos días de llanto, soledad, tristeza, desconfianza e inseguridad, lucharía y asumiría el costo, pues había hecho una promesa ante Dios... “Hasta que la muerte los separe”, Así hubiera habido ocasiones en las que quise renunciar, salir corriendo sin mirar atrás, yo seguía allí diciendo perdón, por los errores en los que a mí respecta. ¿Sabes? La señora Adela, mi ex suegra, un día dijo: Lo que empieza mal, mal termina. A no ser que ambas personas QUIERAN trabajar en el problema, algo que no era así, pues solo una persona estaba trabajando porque la carreta rodara adecuadamente. En conclusión. Antes de poder aprender de nuestros errores, tenemos que aceptar la plena responsabilidad de tu papel en el resultado. Esto puede resultar incómodo a veces, pero hasta que no puedas decir «he metido la pata», no estarás preparado para cambiar, y tomar como enseñanza un error vivido. Lo cierto es que nunca podemos evitar fallar alguna vez, pero si podemos caer cada vez menos. Con cariño, abriendo el corazón, Adry Victoria. |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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