“Mas él respondió: Sea como fuere, yo correré”. (2 Samuel 18:23) Este versículo que hoy les comparto como reflexión, me llevó a pensar en lo grande que es esta frase, pues expresa determinación y mucha fuerza de voluntad. En este versículo sencillo se puede ver el poder de la superación y de la determinación. Según el diccionario de la lengua española, la palabra superación se define de la siguiente forma: "Hecho de exceder un límite. Vencimiento de un obstáculo o dificultad." Cada uno de nosotros, los que servimos a Dios, tenemos que superarnos cada día que pasa. Trabajando en cómo perfeccionarnos y ser mejores. Querer siempre hacer la voluntad de Dios aunque muchas veces tengamos que renunciar a nuestros propios deseos aunque “según” creamos que no son malos”, pero que en el fondo de nuestro corazón sabemos que no están dentro de la aprobación de Dios, entonces debemos dejarlos a un lado y renunciar a ellos. Debemos seguir con determinación el trabajo de perfeccionamiento, de crecimiento para superar nuestros defectos y debilidades. Hoy les animo a meditar y reflexionar en las las siguientes preguntas: ¿Sea cual fuere la situación, nos atreveremos a seguir corriendo? ¿Nos mantendremos en la lid? ¿Estamos determinados a no abandonar nuestra obediencia a Dios, a pesar de tanto miedo que están sembrando al decir que seremos perseguidos? ¿A pesar que te digan que no ven cambio de actitud en nosotros, o te digan que para qué asistimos a una iglesia si nos ven igual? Solo nosotros sabemos cómo debemos seguir luchando, orando por el cambio deseado y sólo nosotros sabemos en dónde estamos fallando o en qué posición está nuestra relación con Dios. Hoy puedes vestirte con el uniforme de soldado, seguir guerreando y exclamar: ¡No renunciaré, porque mayor es el que está conmigo! Hoy puedes aferrarte a tu roca inconmovible que es Cristo, y continuar diciendo: Sea como fuere, seguiré amando. Sea como fuere, seguiré batallando. Sea como fuere, no me doy por vencido. ¡YO CORRERÉ! -Adry Victoria-
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Son de esos mensajes o fotos de las que no nos gusta recibir o leer, porque no nos gusta meditar al respecto. ¿Por qué? Bueno, porque la mayoría de personas muchas veces nos dejamos llevar por los impulsos, por sentimientos de momento, por no pensar lo que decimos antes de decirlo, por no saber controlarnos y tener dominio propio, y porque muchos no aceptamos tener un problema de manejo del enojo, un problema de actitud, un problema de falta de cultura y educación incluso, y no me refiero a la educación escolar. Entonces muchos, ofenden, dañan su imagen, dañan relaciones, algunas de ellas a lo mejor pensamos que no son importantes, y decimos no importa. Otras seguramente consideramos que sí son muy importantes. El punto aquí es reflexionar cuan importante es aprender a controlarnos, aprender a tratar y hablar como debe ser sin importar la circunstancias, el motivo o las razones. Meditar en la imagen que dejamos en los demás cuando reaccionamos mal, ojalá siempre reaccionáramos bien, pues esa sería la victoria más grande y mejor recompensada... ¡Estoy segura de ello! Lo terrible de este tema, es que cuando se reacciona continuamente mal y no se aprende a controlar esa actitud, solo estamos dejando heridas por el camino de nuestra vida. Y aunque eso no significa que seamos MALOS y que no podamos cambiar, sí debemos entender que las palabras NO se las lleva el viento y que se van dejando arrugas en los corazones de quienes ofendemos. Hay muchas formas de ofender: Ignorando, con miradas, con gestos, con desaires. Pero creo que el peor es con nuestra forma de hablar. Hoy te invito a que meditemos al respecto y le pidamos a Dios nos ayude a ser mas sabios. A ser más como Él, prudentes, llenos de AMOR, paciencia y bondad. Porque queramos o no aceptarlo, de ello daremos cuentas a Dios, y no podremos decirle: "Sorry, es que de por sí somos pecadores e imperfectos!"... Porque con el perdón de todos, para mí, eso son excusas. TODO aquel que desee cambiar lo puede lograr. Todo aquel que se arrepiente de corazón sincero, Dios le transforma. Su palabra no miente. ¡Sus promesas son reales! Te animo a buscar los siguientes versículos: Proverbios 18:21 Lucas 6:45 Efesios 4:29 Mateo 12:36 Santiago 1:19 Espero Dios nos ayude a ser mejores cada día, y le pido a Él, que en vez de ver esta reflexión como una ofensa, la tomemos como un llamado que nos hace en este momento, a cada uno de nosotros. -Adry Victoria- Hoy quiero hablar contigo... Hoy quiero preguntarte: ¿Cómo estás? ¿Cómo esta tu vida, tu vida laboral. tu vida emocional, tu vida espiritual? ¿Cómo esta tu salud? ¿Sigues cuidándote? ¿Acaso ya has aprendido a vivir con este nuevo estilo a tal punto que perdiste el respeto a dicha enfermedad y cómo ataca? ¿Acaso ya te sientes tranquilo y eres de lo que dices: “¡Lo que va a pasar va a pasar y no por eso dejare de vivir!"? ¿Qué se ha convertido en lo mas importante para nuestra vida? ¿El vivir un día a la vez? ¿El vivir como si fuera el último? ¿El vivir lo que antes no había vivido para no perder más tiempo y aprovechar lo que me quede de vida? O simplemente sigues viviendo sin pensar en nada... Porque "para qué estresarse, para qué preocuparse, para qué planear, para qué tener expectativas... ¡Hay que vivir como se vaya presentando cada día y punto! Hace un año y medio atrás cuando empezó el COVID, muchos sentimos angustia, muchos sentimos la necesidad de entregarnos más a Dios, la fe tuvo un reavivamiento. Personas que no asistían a una iglesia, ahora sí sentían la necesidad de hacerlo. Personas que no oraban regularmente, estaban más consientes que nunca que era importante tener una relación con Dios, que había que tener un acercamiento, que teníamos que vivir y estar a cuentas con Él, si queríamos que nuestras oraciones fueran escuchadas, y más aun, queríamos sentirnos que si algo nos pasaba, tendríamos la tranquilidad de saber que Dios estaba a nuestro lado, que no nos desampararía, nos sanaría, nos protegería, y en el peor de los casos, estaríamos en Su presencia porque estábamos a cuentas con Él. A muchos se les ha cumplido algunas de estas situaciones. Han enfermado, pero han sido sanados, han salido de estado grabe y han tenido la oportunidad de seguir aquí... Otros han enfermado y han muerto, y algunos de ellos se fueron con la bendición de estar a cuentas con Dios, ¡Gloria a Dios por eso y por ellos! Otros en cambio no vivieron, pero tampoco hicieron esas pases con Dios. Porque simplemente no tuvieron el temor a ÉL, ni el conocimiento, ni el tiempo... Otros han tenido la gran bendición, de haber tenido el virus, pero no sentir nada. No fueron sintomáticos, pero su cuerpo ya luchó contra ello y creo las defensas que necesitaba. El punto de esta reflexión es: ¿Dónde esta tu respeto, cuidado, prudencia, ante esta enfermedad que aún sigue haciendo estragos, acabando vidas? ¿Dónde está la guardia? ¿Cómo y en dónde sigue situada tu relación con Dios? Por favor, dime que con la misma fe que cuando todo esto comenzó. Dime que con los mismos cuidados y prudencia. Dime que cada vez crece más tu amor por Dios a pesar de haber perdido quizás a uno de tus seres queridos. Dime que consciente del riesgo que aun se corre y seguirá corriendo, porque esto vino para quedarse y nunca para irse, porque no volveremos a un estado de vida igual, normal o mejor... ¡Esa es la verdad! ¡Dame buenas noticias! La realidad es que abrieron la mayoría de ciudades y el mundo, porque así tenía que ser. Teníamos que aprender a vivir y seguir saliendo a delante. No podíamos estar encerrados por siempre ni el gobierno manteniéndonos durante todo el tiempo. Pero la otra verdad es que las personas empezaron a bajar la guardia, a cuidarse menos, a orar menos, a salir más, a convivir más, como si todo hubiera vuelto a la realidad de antes acostumbrada. Lo que no caemos en cuenta muchos, es que podemos volver a todo lo antes acostumbrado si así lo decidimos, pero NUNCA debemos volver a nuestra normalidad de vida conveniente, o sea de una vida a como la vayamos necesitando, unas veces muy cerca de Dios y otras muy alejadas, por nuestro estrés laboral, por nuestras agendas tan aprisa. Nunca debemos de volver a las vidas lejanas de Dios. Haciendo cosas que no estén bajo Su agrado, bajo Su aprobación, Su bendición. ¿Por qué? Porque independientemente del COVID, la vida sigue siendo frágil, pasajera, y efímera. Tristemente hoy, muchos han dejado de ir otra vez a la iglesia, muchos han dejado de conectarse con el mismo compromiso y entusiasmo a los servicios ofrecidos online. Muchos ya no se cuidan, muchos salen, muchos no usan máscara, muchos solo saben criticar el por qué te vacunaste o el por qué no te has vacunado. Solo saben hablar y hablar de los demás y las circunstancias según sus estilos de vida y costumbres. Y el luchar por el cambio, por la entrega a Dios, por un crecimiento espiritual y un reavivamiento han quedado en el pasado, como si el peligro ya hubiese pasado y sus vidas volvieran a ser eternas”... con un pensar de viviré hasta los 100 porque la ciencia dice que hoy en día se vivirá más... ¡Qué mal estamos! Con COVID o sin COVID al partir de este mundo solo tendremos dos rutas a seguir: Una será la bendición de despertar al lado de nuestro Padre Celestial, y la otra, la muerte eterna. Dios nos ama y nos ama demasiado. Es un Dios que perdona todo, olvida todo. Pero también es un Dios de orden, celoso y cumplidor de Su palabra. Por favor, no volvamos al antiguo estilo de vida. No nos alejemos de Dios, no nos convirtamos en los que éramos antes, personas que estamos sólo cuando nos conviene, porque en tan solo segundos todo puede cambiar y de repente ya no tendremos tiempo de volver a arrepentirnos. Te invito a leer: 1 corintios 15:58 2 Pedro 3:17 1 Pedro 5:10 Isaías 26:3 Proverbios 4:26 Dios nos ayude a estar y seguir firmes... -Adry Victoria- Por algún motivo el tema de las amistades ha llenado mi mente y corazón en los últimos 30 días. Será porque por primera vez he visto el valor tan importante que tiene, y el papel que juega en nuestra vida el sabernos relacionar.
Hablando y haciendo preguntas del tema con algunas personas en este mes, me fue triste escuchar el concepto que tienen muchos de ellos, lo poco claro que tienen del significado de la amistad, la fraternidad, la hermandad, especialmente, cuando varias de esas personas dicen conocer la Palabra de Dios, pues para mi conocimiento, cuando se es cristiano se supone que cada día tomas un tiempo para leer su Palabra, para estudiarla, para conocer su enseñanza, escuchar su voz y aprender de Su voluntad y del cambio que Él desea en nosotros. Es la forma como podemos ir siendo verdaderamente trasformados y convertirnos en personas diferentes, con un mejor corazón, con un mejor trato a los demás, con una mejor actitud ante la vida y sus dificultades. Esto me ha llevado a pensar en que muchos conocen la palabra de Dios, en teoría, en forma de fábula o de alguna manera literaria, porque poco es lo que se lleva a la práctica. Claro está, no aplica para todo el mundo, porque si existen personas que permiten que Dios more en sus corazones y les transforme. En base a las preguntas hechas y las conversaciones al respecto, esto fue lo que algunos me contestaron: "Para mí, la amistad quiere decir que son aquellos con todos los que me hablo, todo aquel que me trate bien y me acepte como soy es llamado amigo" Otros dicen: "Las amistades son efímeras, van y vienen sólo hay que saber aprovecharlas y disfrutarlas mientras duren porque todo tiene su ciclo de comienzo y de fin...Es todo." "A todos les sonrío, a todos les hablo, a algunos frecuento más que a otros de repente menos de pendiendo de cómo me caigan o agraden, de cómo me traten o que tanto me convengan. puedo decir que amigos son todos los que quieran ser amigos". Otros dice no creer en la amistad, dicen que solo se puede confiar en Dios, que las amistades no existen y que solo pueden creer de repente en sus hermanos o hermanas, y eso!!! porque han aprendido bíblicamente que maldito el hombre que cree en el hombre. Esto me llevó a sentir en mi corazón, que tratan a las personas con cariño, pero en forma muy reservada y desconfiada, nunca ni abrirán sus corazones para amar ni dejarse amar. Por lo tanto, me llevó a preguntarme si ese es el concepto que tienen, quiere decir que tampoco confían para nada en sus hijos, en su esposo, en sus hermanos de sangre, su madre? en nadie? ¡Wow! Por último otros dicen “según”, que les gusta la soledad, y no son muy amigueros porque prefieren ser solos que estar con personas. Pero una cosa es la soledad o los espacios de privacidad, y otra cosa muy distinta es no tener relaciones con nadie porque se prefiera esa llamada soledad. ¿No será que es porque ni ellos saben ser amigos? Creo que hay una pobreza tan grande en los corazones de muchos seres humanos y el razonamiento tan corto de muchos otros. sin ofender... Tal vez, en algunos casos es por falta de conocimiento verdaderamente de Dios, o como dije antes, por el no aplicar lo que Dios nos enseña y en otros casos por corazones muy dañados, con falta de perdón, porque no han aprendido a sanar, a entregar a Dios sus pasados traumáticos y saber dejar atrás lo malo vivido, dándose la oportunidad de conocer lo hermoso de una verdadera amistad y de personas bellas, sanas, sinceras y llenas de Dios. ¿Sabes?¡ Sí Existen! Sí existe la gente buena, dulce, honesta, reservada, prudente. personas que SABEN SER AMIG@S. -Por Adry Victoria- No porque exista el perdón, eso nos haga sentir el derecho a dañar cuantas veces queramos a los que nos rodeen. No porque exista el perdón, se nos olvide tener auto control. No porque exista el perdón, no midamos nuestras acciones, actos y palabras. Dios siempre está listo a perdonarnos y así mismo nosotros a los demás. Pero hoy la pregunta a meditar será: ¿Siempre tendré tiempo para perdonar o ser perdonado? ¡Pues nuestra vida puede acabar en tan solo un segundo! Por eso debemos reflexionar en que es mejor siempre estar bien con Dios y nuestro prójimo, para no tener el temor ni correr riesgo alguno de ser llamados a cuentas por algo que pudimos haber controlado… Nuestra forma de hablar, mirar, contestar, sonreír, reaccionar. Muchas cosas nos pueden parecer difíciles de cambiar en nuestro ser, más aún sin la ayuda de Dios. Muchos que, contando con esa ayuda, expresamos que es difícil, porque nos basamos en el hecho de decir: “Somos seres humanos y por ende somos pecadores”. Pero la realidad es que sí se puede, más aún cuando se toma conciencia que todo acto tiene una consecuencia, y que, si Dios en su Palabra nos enseña que sí se puede ser prudente, sabio, reservado, paciente, amoroso, etc., es porque sí se puede. No sé cómo esté tu vida espiritual y emocional en este momento, pero hoy queremos invitarnos a reflexionar para ser mejores cristianos, a reflejar más a Dios quien es quien dirige nuestra vida y de esa manera poder influir mejor en la vida de los demás, reflejando verdaderamente la felicidad que debe irradiar en cada ser llamado nueva creatura. Quienes hemos sido nacidos de nuevo al recibir a nuestro creador como nuestro salvador, nuestro padre, nuestro ayudador, decimos que ¡hemos dejado al viejo hombre atrás! Entonces no olvidemos quién quedó atrás. El hombre grosero, violento, descortés, acelerado, imprudente, frio. Santiago 3:17 En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. Colosenses 4:5-6 Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno. ¡Bendiciones! -Adry Victoria- |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
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