¡Señor, pon un sello en nuestros labios!
Ayúdanos a pensar antes de hablar, y danos la fortaleza de pedir perdón si hemos hablado de alguien injustamente, no sólo a Ti, sino también al que fue afectado. Salmos 19:14 “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.” - Adry Victoria.
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Cuando tengas el deseo de juzgar a alguien, por favor no mires sólo lo que es más visible. También debemos mirar lo que tiene más escondido. Bueno, escondido según los ojos de quien está criticando. Lamentablemente las virtudes de una persona son las que menos se “Chismean, critican o comparten”. Las que menos entran en el plato de conversación de aquellos que sienten un gran placer al hablar sobre los errores, debilidades o defectos de otros, en medio de un almuerzo, una visita o una simple pregunta de alguien que expresa: - ¿Como esta Juanita? - inmediatamente lo que normalmente llega a la menta de la mayoría es un: “Oh, pues bien, PERO como te párese que…” O, un “Mmm, ni me preguntes, me siento tan incomoda por tal y tal y tal…cosa, situación, comentario, actitud, etc.” No digo que TODO el mundo lo haga, pero tristemente la mayoría sí lo hace, o lo hemos hecho en algún momento de la vida, quizás por diversas situaciones como: Dolor, desilusión, frustración, o simplemente porque esperamos más de otros, cuando no somos capaces ni de mirarnos a nosotros mismos. O Tal vez porque esperamos que la gente sea “según” igual a uno, colocándonos inmediatamente en una posición de superioridad. Error por donde quiera que lo analicemos. Si bien es cierto que no somos perfectos, que todos cometemos errores, o que por culpa del “pecado” original somos tremendos, también es cierto, y lo hemos mencionado o leído, que todos tenemos las mismas oportunidades de corregir, cambiar y controlar; y que muchos lo logran a través de una nueva o renovada relación con Dios, especialmente cuando esa relación es hecha con compromiso, consciencia y regularidad. O sea, diaria y honestamente. Dime, quién de nosotros no ha escuchado: “El chisme no da dinero, pero cómo ENTRETIENE” o cómo DIVIERTE. Se ha dicho o escuchado en un tono que nos ha llegado a parecer hasta chistoso, y la verdad es que no lo es. Con el chisme se denigra, se traiciona, se mata, se rompe la confianza, la credibilidad. En fin, si lo piensas a conciencia, es más el daño que se causa, que el bienestar que nos produce. Con él no se edifica. Creo que así no admitamos en voz alta, frecuentemente nuestros defectos, todos nos conocemos. Todos sabemos perfectamente de qué pata cojeamos. Algunos trabajan arduamente en querer ser mejores, otros simplemente no les interesa y les es más fácil decir: “Así soy y si me aceptan bien y si no también”. Siendo este el camino más fácil. Por otra parte, otros de repente con un carácter más débil por así decirlo, sí trabajan en ello, pero caen fácilmente. En conclusión: Es mejor, más sabio, más sano, más inteligente, ser prudente y reservado. Es más importante enfocarnos en limpiar nuestra mugre, que el limpiar la paja del ojo ajeno, Y es VITAL entender la siguiente regla, que aunque la regla de oro propuesta en la Biblia, es en positivo, "Hazle a los demás lo que te gustaría que te hicieran", en forma negativa también se cumple: “NO HAGAS LO QUE NO QUIERAS QUE TE HAGAN” Y así te hagan, tú no respondas igual. Tú tienes la capacidad y el valor de ser luz en medio de tanta oscuridad. Recuerda, es cuestión de decisión, de elección, de actitud. Siento que dos de las formas en que podemos ir combatiendo tan terrible epidemia destructiva, y sería: 1. Enumerando más las cualidades. ¡EDIFICA! Cuando te hablen mal de alguien, tú edifica. Cuando te pregunten por alguien, tú edifica. Al dar más valor a las cualidades que a los defectos de otros, así sean ciertos, indirectamente, te estás edificando a ti mismo. 2. Dejando de escupir hacía arriba. A veces nos creemos inmunes a los males que juzgamos en otros, y pensamos que tal vez eso no nos va a ocurrir a nosotros, pero aquí va un consejo: “NO SEAS JACTANCIOSO” En otras palabras, recuerda que la vida es un búmeran. Con cariño, -Adry Victoria. Reflexionemos sobre lo que es GANAR y PERDER:
Son las dos caras de una misma moneda, por decirlo de algún modo. Siempre vamos a enfrentar a ambas y debemos hacerlo con mesura. El saber ganar, debe ser sin arrogancia y sin jactancia. El que gana obviamente celebra el triunfo. Y el saber perder, debe ser sin amargura ni recriminaciones. Debemos aceptar la derrota reconociendo las virtudes de quien ganó. Por lo tanto, podemos decir que quien pierde también gana un poco. Gana conocimiento, y gana nuevos puntos a mejorar para la próxima experiencia o combate. Entonces viéndolo con el enfoque adecuado, nos damos cuenta de que, si en la pérdida hubo aprendizaje, realmente aprender NO es perder. ¡Es ganancia! -Adry Victoria- Aun cuando “amar al prójimo como a uno mismo”, es un mandamiento para todos, no a todas las personas se les facilita poner esto en práctica, ya sea por circunstancias difíciles, carencias emocionales desde niños, u otras razones. Incluso, hay quienes nunca logran ni siquiera amarse así mismos y por tal vacío y desdicha han llegado al suicidio en algunos casos. En otras situaciones menos extremas, pero también dañinas, algunos en algún momento de la vida, hemos puesto en segundo lugar el amor propio, con la falsa creencia de que conseguiremos aceptación, admiración, respeto, amor y compañía, enfocándonos erróneamente en el bienestar de los demás antes que en nosotros mismos. Cuando “según” amamos a otros sin amarnos primero nosotros, permitimos el engaño, los golpes, las humillaciones, el irrespeto verbal, por mencionar algunas cosas. Unas de las preguntas que me hice por algún tiempo fueron: ¿se puede lograr corregir ese estado? ¿De verdad no me amo? ¿Me siento segura, bonita, productiva e inteligente? ¿De verdad puedo sentirme con gozo y ser feliz aun estando sola? Bueno, te diré que SÍ podemos amarnos, valorarnos y corregir todo lo que nos propongamos. Hay tres maneras de empezar: 1. Y creo la mas importante, Aceptándonos tal y como somos. La mayoría de nosotros nos quejamos de algo de nuestro físico. La flaca por flaca. La gorda por los rollitos. La de labios delgados los quiere gruesos. La rubia quiere ser pelinegra. La alta por muy alta y la chaparra por sentirse enana. Unas por crespas y otras por lacias. Entonces empezar a amarnos, es DEJAR de ver imperfecciones, es dejar de compararnos, es dejar de añorar lo que no somos ni tenemos. Es COMENZAR a vernos HERMOSAS tal cual como somos. 2. Siendo Agradecidos. Cuando eres una persona agradecida, tu enfoque es ver lo bueno y no lo malo. Agradeces por tu estatura ya que te permite hacer o lograr lo que otros no pueden. Agradeces por tu cabello, el tipo de ojos, la forma de tus labios, piernas. Agradeces por lo que eres y por lo que tienes. 3. Disfrutando de nosotros mism@s. ¿Cómo? Descubre qué actividades te llenan de bienestar, tranquilidad, creatividad. Qué cosas te hacen sentir emoción o incluso paz. Es válido y necesario tomarte un tiempo para ti y por ti. La salud y tranquilidad emocional nos ayudarán a aminorar las tensiones, el mal humor o los aspectos negativos que nos puedan estar rondando. Por ejemplo, en mi caso, saben que una de mis pasiones es escribir. Por lo tanto invierto tiempo en ver programas interesantes que me ayuden a inspirarme en algún tema. En otras ocasiones prefiero leer, y cuando mi mente está con mucha tensión busco una actividad que me saque del hueco. Ya sea nadar, ver un buen partido de futbol o pintar alguna pared de mi casa. Esas son algunas de las actividades que hoy en día disfruto al máximo y las que me han venido enseñando a conocerme, amarme, disfrutarme y abrazarme. Ellas me ayudaron a entender y experimentar que no necesariamente tengo que estar con o al lado de alguien para ser feliz o sentirme con gozo, ni siquiera para poder soltar una buena carcajada o un buen grito de gooool. Seguramente, no las hacía ni las veía importantes o probables, por estar enfocada en cómo hacer feliz a otros para que estuvieran contentos conmigo. Hoy, puedo decirte con franqueza que me amo y soy feliz con la vida que tengo. Por lo tanto puedo decirte que la calidad de amor hacia mi prójimo es mejor, y que es posible vivir y obedecer el mandamiento dado por nuestro Padre Celestial. “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.” 1 Juan 4:7 Cierra la reflexión mirando tu interior, para que él pueda decirte en que estado se encuentra tu tanque de amor propio, y cuál de los tres puntos enumerados arriba necesitan atención, cambio o práctica. Decir te amo es muy fácil. Pero sentirlo y vivirlo, es lo que hará la diferencia y lo que trasformará tu vida. Con cariño, - Adry Victoria. Ser auténticos significa ser naturales, reales, genuinos. Ser uno mismo y reflejarlo es tan bello como importante. Lamentablemente al decidir ser más como otros, la autenticidad se ha ido perdiendo. Dios nos creó a todos con talentos especiales. Pregúntate: ¿Estaré siendo una copia? ¿Sé quién soy, qué me gusta y lo estoy explotando? ¿Seré auténtic@ o, estoy siendo la viva imagen de alguien más? ¡No tengas miedo en ser TÚ! -Adry Victoria- |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
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