Son de esos mensajes o fotos de las que no nos gusta recibir o leer, porque no nos gusta meditar al respecto. ¿Por qué? Bueno, porque la mayoría de personas muchas veces nos dejamos llevar por los impulsos, por sentimientos de momento, por no pensar lo que decimos antes de decirlo, por no saber controlarnos y tener dominio propio, y porque muchos no aceptamos tener un problema de manejo del enojo, un problema de actitud, un problema de falta de cultura y educación incluso, y no me refiero a la educación escolar. Entonces muchos, ofenden, dañan su imagen, dañan relaciones, algunas de ellas a lo mejor pensamos que no son importantes, y decimos no importa. Otras seguramente consideramos que sí son muy importantes. El punto aquí es reflexionar cuan importante es aprender a controlarnos, aprender a tratar y hablar como debe ser sin importar la circunstancias, el motivo o las razones. Meditar en la imagen que dejamos en los demás cuando reaccionamos mal, ojalá siempre reaccionáramos bien, pues esa sería la victoria más grande y mejor recompensada... ¡Estoy segura de ello! Lo terrible de este tema, es que cuando se reacciona continuamente mal y no se aprende a controlar esa actitud, solo estamos dejando heridas por el camino de nuestra vida. Y aunque eso no significa que seamos MALOS y que no podamos cambiar, sí debemos entender que las palabras NO se las lleva el viento y que se van dejando arrugas en los corazones de quienes ofendemos. Hay muchas formas de ofender: Ignorando, con miradas, con gestos, con desaires. Pero creo que el peor es con nuestra forma de hablar. Hoy te invito a que meditemos al respecto y le pidamos a Dios nos ayude a ser mas sabios. A ser más como Él, prudentes, llenos de AMOR, paciencia y bondad. Porque queramos o no aceptarlo, de ello daremos cuentas a Dios, y no podremos decirle: "Sorry, es que de por sí somos pecadores e imperfectos!"... Porque con el perdón de todos, para mí, eso son excusas. TODO aquel que desee cambiar lo puede lograr. Todo aquel que se arrepiente de corazón sincero, Dios le transforma. Su palabra no miente. ¡Sus promesas son reales! Te animo a buscar los siguientes versículos: Proverbios 18:21 Lucas 6:45 Efesios 4:29 Mateo 12:36 Santiago 1:19 Espero Dios nos ayude a ser mejores cada día, y le pido a Él, que en vez de ver esta reflexión como una ofensa, la tomemos como un llamado que nos hace en este momento, a cada uno de nosotros. -Adry Victoria-
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ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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