¿Sabes qué tanta fe tienes? ¿Qué tan autentica es?
Reflexionemos en esto... Lo que Dios nos exige a cada uno de nosotros como cristianos es precisamente a que tengamos auténtica fe. ¿Cómo identificar una Fe auténtica? Repasemos un poco la historia de Abraham, de las muchas que nos muestra la Biblia. Abraham tenía tanta fe en Dios que estaba dispuesto a ofrecerle en sacrificio a su único hijo, ¿Te acuerdas de eso? la mujer cananita tenía fe en el Señor Jesús y creía que Él podía expulsar el espíritu maligno de su hija; se lo pidió y Él sanó la enfermedad de su hija. Como cristianos es imprescindible que entendamos la verdad de lo que significa la fe auténtica, para que sean cuales sean las penurias que experimentemos en la vida, fracasos en los negocios, reveses o desgracias familiares, podamos ampararnos en la fe y seguir a Dios sin vacilar, sin importar cuál sea su voluntad. Esa voluntad que es la que muchas veces cuestionamos, dudamos o renegamos, especialmente cuando se pierde un ser querido, cuando un matrimonio se rompe y no entendemos por qué Dios no transformó el corazón de nuestra pareja si tanto ore por ello, u otras situaciones que nos causen un dolor intenso. Cuando estudiamos la palabra de Dios entendemos que la fe auténtica, es la capacidad de conservar un corazón que siga y ame a Dios, y se someta a Él en cualquier entorno al que hagamos frente, como el enfrentamiento a dificultades y refinaciones, reveses y fracasos, independientemente de cuán grande sea nuestro sufrimiento carnal o espiritual. Debemos ser capaces de seguir buscando a Dios a pesar de las circunstancias sin sentirnos defraudados, entendiendo que cuando Dios se demora en sanarnos o enviarnos una respuesta o solución, es por algo. Debemos aprender a comprender la voluntad de Dios y seguir dedicándonos a Él en el lugar que Él haya dispuesto. Sólo una persona así, puede considerarse una persona con una fe auténtica. Sé que suena fácil escribirlo, sé que suena fácil hablarlo, pero créeme que cuando aprendemos a tener esa relación diaria con Dios, hablándole de nuestros sentimientos, planes, preocupaciones, dolores etc., iremos viendo también a diario la forma en cómo Él nos va respondiendo, cuidando, trasformando y bendiciendo. Aprenderemos a ya no tomar decisiones apresuradas por nuestra cuenta, a ya no luchar con nuestras fuerzas y a equivocarnos cada vez menos en nuestras decisiones. ¿Por qué? Porque hemos aprendido a consultar con Él todo. A contarle todo y a ver su mano en nuestra vida diariamente desde cómo nos cuida en nuestro salir hasta el llegar a casa y velar nuestro sueño. Habremos aprendido a escuchar y aceptar su voluntad. Todo esto se logra formando una relación diaria, así como las relaciones que formamos con personas. Con la diferencia que de ellas no podremos obtener tantas cosas como las que tenemos de nuestro Padre Celestial ni la Salvación para nuestro futuro eterno. Sólo aprendiendo a conocerlo, aprenderemos a tener una Fe auténtica. Dios te bendiga y Le pido nos ayude a acercarnos cada vez más a Él. A Amarle, Seguirle y Obedecerle. - Adriana Victoria -
0 Comments
Leave a Reply. |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
Categories |