El salmo 91 es nuestra ancla de la Fe. Hay quienes dicen que es como el contrato de un seguro. Aquel que te especifica claramente tanto la cobertura como sus cláusulas. “Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ningún desastre llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te protejan en todos tus caminos. Con sus propias manos te sostendrán para que no tropieces con piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; hollarás al cachorro de león y a la serpiente. «Yo lo libraré, porque él me ama; lo protegeré, porque conoce mi nombre. Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación».” Salmo 91:9-16 Cuando entré en un estado de temor y estrés hace unos días atrás, al ser diagnosticada e ir leyendo lo que era la arteriosclerosis y su temprana aparición, en comparación de la edad promedio donde esta suele aparecer, Dios utiliza un mensaje llevándome directamente al Salmo 91. Entonces, me tocó volver a pedir perdón. ¡Me sentí apenada! ¿Por qué? Bueno, son versículos que conocemos. Decimos creer en Él, confiar en sus promesas. Pero aun así, caemos en ansiedad y miedo frecuentemente por diferentes aspectos o situaciones. Luego volví a leerlo, de hecho, un par de veces durante la semana y al sentarme a escribirte esta reflexión entendí o aprendí algunas cosas como las que mencionaré a continuación... 1. Que vivimos en un mundo terrenal, donde inevitablemente sentiremos temor. 2. Seremos atacados. 3. Habrá días oscuros. Este salmo dice que hay sombra y hay morada, hay seguridad y hay esperanza. Desafortunadamente, nosotros como seres humanos inconscientemente tendemos a olvidar asuntos importantes, así mismo PROMESAS VALIOSAS. Meditando al respecto llego a mi corazón: - Adry; si Dios te envío una señal para que te realizaras un examen que no tenía nada que ver con el diagnostico recibido. ¿Crees tu que NO te cuidará? ¿Que no te sanará? ¡Por supuesto que SÍ! Fíjate a donde te llevó después de eso. Te dirigió directamente al Salmo 91. ¿Con qué propósito? Dicen que el Salmo 91 está escrito en los uniformes de los militares. Según la historia, un comandante de la 91.ª División de Infantería del ejército estadounidense entregó a cada uno de sus soldados una tarjeta con este Salmo impreso, durante la Primera Guerra Mundial. Ellos llevaron las cartas a la batalla con la esperanza de mantenerse a salvo. ¿Quién podría cuidarnos mejor? Dios quiere ser nuestra morada y nuestro espacio seguro. Él puede moverse y obrar en todo momento y en todo lugar a favor de aquellos que necesitemos de su ayuda. No hay nadie con más poder, amor, paciencia y compasión. Los doctores tienen un llamado. Nosotros una misión y un propósito que en ocasiones descuidamos. Pero la última palabra la tiene Dios. -Adry Victoria-
0 Comments
Leave a Reply. |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
Categories |