Empecemos recordando qué significa el ser sabio, o tener sabiduría: "SABIDURÍA es saber dar uso apropiado al conocimiento" De nada sirve saber mucho sobre muchas cosas o temas como política, ciencia, psicología, deporte, religión, medicina, etc., y no saber aplicar tanto conocimiento en el momento de un problema. No sabemos reaccionar adecuadamente. Y muchos no sabemos dar solución sabia a las situaciones a pesar de tanto conocimiento. Si te das cuenta, podemos referirnos a dos tipos de conocimiento y sabiduría. En la reflexión de hoy quiero hablarte sobre la sabiduría que Dios concede, y a mi humilde parecer, considero que es la más importante. Creo que si todos oráramos por ella, habría menos problemas en este mundo, menos caos. Si hubieran más personas sabias y con menos ausencia de Dios en los corazones, no estaríamos hablando hoy de guerras y llorando por muertes tan injustas como las de todos estos soldados que son enviados a matar. Muchos decimos conocer a Dios, muchos decimos tener una relación con El, muchos asistimos a una congregación con el fin de escuchar el mensaje que Dios tiene para nosotros ese día a través de un siervo del Señor o elegido por Él. ¿Pero qué tanto verdaderamente aplicamos de eso que estamos según aprendiendo? ¿Qué tanto oramos por sabiduría? La mayoría de veces oramos por cosas que creemos que son importantes, pero casi nunca oramos pidiendo sabiduría. Oramos por un mejor trabajo, por una pareja, por cuidado por nuestros hijos, por un mejor carro, una casa, un viaje o un proyecto. Oramos por recuperar la salud si es el caso o una nueva oportunidad. Pero cuántas veces a la semana pedimos a Dios, “Señor lléname de sabiduría en este día, para saber responder a las circunstancias que se me presenten. Señor dame la sabiduría para saber responder a un mensaje de texto adecuadamente, dame sabiduría para hacer bien mi trabajo. Ayúdame a ser sabio en todo lo que haga, diga o como me comporte hoy” ¿SIENDO HONESTOS, CUANTAS VECES PEDIMOS POR ALGO TAN IMPORTANTE? Creo que si oráramos más pidiendo ser llenos de esa sabiduría que sólo Dios sabe dar, nuestra vida seria diferente, los días serían mejores y por consiguiente las relaciones también. A los problemas ya no les llamaríamos así. Quizás podríamos llamarles “Retos” y lo mejor de todo, es que estaríamos reflejando quién es Dios, animando a otros con nuestro ejemplo a buscar y conocer de Él. Escuchando una prédica, el Pastor decía: No oremos por cosas superficiales, pues Dios sabe de que cosas tenemos necesidad. Oremos por lo que verdaderamente es importante, que nos ayudará no sólo a vivir mejor, sino que nos ayudará a reflejar lo que queremos ser. ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. -Santiago 3:13- Santiago va directo al grano. Él pregunta: ¿Quién es sabio y entendido? ¡Tiempo para evaluarnos con sinceridad! Su respuesta: la sabiduría se demuestra con la buena conducta. La persona sabia de verdad lo muestra a través de su comportamiento. Una persona que aprende a estar llena del Señor y ora cada día por esa sabiduría que tanto necesitamos, sabe callar cuando corresponde, sabe dar una respuesta pacífica, sabe ser mediadora ante un conflicto, prudente frente a un tema controversial y reservada ante las criticas. ¡Vigilemos nuestro corazón! No permitamos que reinen en nosotros las envidias, los celos y las rivalidades. Pidamos sabiduría a Dios para poder distinguir cuál es el origen de nuestras motivaciones y deseos. "En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera." -Santiago 3:17- Todos los días debemos pedir a Dios por ella. Todos los días tenemos que tomar decisiones importantes, tanto en lo laboral como en lo personal, y el enemigo es tan astuto. Siempre está vigilante ante los hechos y está listo trabajando en la forma de cómo hacernos caer, buscando nuestros puntos débiles. Es por esta sabiduría por la que debemos orar, por aquella que no está contaminada con emociones dañadas, exigencias o deseos de poder. Su objetivo debe ser lograr que brillen la paz, la bondad, la mansedumbre y el entendimiento en las relaciones. Esta no se basa en crear divisiones. Al contrario, persevera hasta que se alcanza un entendimiento. ¿Acaso esto no es lo deseamos todos? Entonces debemos preguntarnos HOY ¿Cuánto estoy orando por SABIDURÍA? ¿Cuántos granos de arena estoy aportando a está vida llena de intolerancia, llena de odio y separación? ¿Será que vale la pena dar un cambio a mi forma de orar? Hemos escuchado que dicen “Se recoge lo que se siembra”. ¿Tú crees en esto, o crees que sólo aplica a algunas situaciones o personas? Otro excelente punto para reflexionar. Eclesiastés 7:12 nos dice: "Puedes ponerte a la sombra de la sabiduría o a la sombra del dinero, pero la sabiduría tiene la ventaja de dar vida a quien la posee." "El charlatán hiere con la lengua como con una espada, pero la lengua del sabio brinda alivio." -Proverbios 12:18- Entonces mi oración a partir de hoy será: "Padre Amado, por favor enséñame a ser sabia, lléname de tu sabiduría de tal manera que no me preste a contiendas, chismes o cosa mala. Que desaparezcan de mí las malas palabras, malas frases y malos deseos. Que mi comportamiento sea de buena influencia. Señor, sé que de todas mis otras necesidades tú tienes conocimiento y nunca abandonarás. Sé que conforme a tu voluntad tendré el sustento y el cuidado que necesito. Por lo tanto cada día te pediré por sabiduría para lograr hacer un mejor trabajo con mi actitud y personalidad." Los dejo hoy con este último versículo: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5 RVR1960 Un abrazo... su amiga, ADRY VICTORIA.
0 Comments
Leave a Reply. |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
Categories |