Así como Simeón y Ana se prepararon para recibir al Mesías, todo creyente debe de hacerlo también.
Hay una tradición aquí en los Estados Unidos, celebrar el día de Acción de Gracias. Día donde se reúne toda la familia y se hace una gran cena con el propósito de dar gracias al Señor por todas las bendiciones recibidas durante el año; se celebra el cuarto jueves de noviembre. Luego, después de ese fin de semana todo mundo, especialmente los centros comerciales comienzan a prepararse para la Navidad. La gente comienza a sacar todas las cajas donde por once meses han estado guardados los adornos. El arbolito, las luces, los nacimientos, y todas lo alusivo a la temporada. Las tiendas están más llenas de gente que de costumbre, la música navideña se escucha desde que uno entra, y todas ellas están decoradas con todo tipo de luces y adornos. Se podría decir que, para muchos es el mes más bello de todo el año, y no podemos negar, que todo se ve y se siente hermoso. Pero, independientemente de esa alegría que conlleva o que producen las luces, adornos, música y la preparación de regalos a dar y recibir. ¿Qué es lo que debe significar este gran mes? Bueno, es el hecho histórico más importante en la historia de la humanidad, y Dios desea que toda mente y todo corazón se encuentre enfocado en el nacimiento de Su Hijo Jesucristo, El Salvador del Mundo. Este es el verdadero propósito de su venida. Dios desea que todos nos preparemos verdaderamente, reacondicionando nuestras prioridades, así como organizamos nuestros hogares, nuestros horarios, nuestro presupuesto familiar. Eso es lo que Dios quiere hacer con nosotros en esta temporada navideña, CAPTURAR nuestra atención y hacer que nuestras mentes, corazones y espíritus vuelvan a lo que es más importante. Nuestra espiritualidad y relación con Él. El Padre Celestial nos dio como regalo a su Hijo, enviándolo a la tierra como nuestro Redentor. “Gracias a que Él vino a la tierra, tenemos un ejemplo perfecto a seguir. Y al esforzarnos por ser más como Él, tendremos alegría y felicidad en la vida y paz CADA DÍA DEL AÑO. No solo en navidad. Al seguirlo, hace que dentro de nosotros sintamos más bondad y amor, más respeto y preocupación por los demás. La Navidad es lo que nosotros hacemos de ella”. ¡No debe ser más importante lo que regales o lo que recibas! Debe ser más importante, el tomar un tiempo para pensar como has sido durante el año y en la oportunidad que Dios nos da para arrepentirnos y volver a nacer, RENOVANDO nuestra FE. Quiero invitarte a que esta nueva navidad la vivamos en forma diferente. Y digo nueva, ya que Dios nos está permitiendo tener un año más de vida para celebrarla y vivirla, con amor, paz, reconciliación, perdón y GOZO. Entonces, preparemos nuestra alma para la venida del niño Jesús, reflexionando en cuales han sido las cosas que nos han separado de Dios y así mismo corregirlas. Pensemos, si le podemos dar un corazón más sincero o quizás menos rencoroso. Un corazón más abnegado y menos perezoso, o más puro. Cada uno puede pensar qué cosa podría ayudarle a llegar a esa noche de Navidad con una mejor actitud y disposición interior. Y en esta ocasión, cuando estemos reunidos en familia oremos juntos pidiendo por fortaleza en nuestra fe, como lo hizo la virgen María. «No hay Navidad sin Jesús». La Navidad de José es el instante sublime que se da cuenta del compromiso y responsabilidad que tiene en sus manos. La Navidad de María es un canto de redención: “Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”. La Navidad del ángel mensajero es proclamación de buenas noticias a todos: José, María, pastores en el campo y todos los que inclinaron el oído y corazón para oír. La Navidad de los ángeles es glorificar a Dios en los cielos y anunciar paz en la tierra entre los hombres. Desde entonces, Navidad es necesariamente compromiso con la justicia, convocación para la reconciliación, entrega de perdón. La Navidad de los pastores en el campo es de la curiosidad y el asombro que dejando sus rebaños se arriesgaron a ir en busca del Mesías. La Navidad de los magos de oriente fue tiempo de adoración. Y trajeron oro, incienso y mirra, pues sabían que adorar es servir y donar. La navidad tiene rostro de compromiso, responsabilidad, redención, proclamación, reconciliación, perdón, curiosidad, asombro, adoración y entrega. “La Navidad es lo que nosotros hacemos de ella”. Mi Navidad este año será medio solita. Y digo medio, porque no estaré con la compañía de mis hermanas como el año pasado, ni de mis hijos por la distancia en que vivimos actualmente. Pero estaré mucho más alegre que la navidad anterior. Porque mi corazón esta renovado. alegre, tranquilo. Estaré, llena de agradecimiento. Con mi chimenea adornada, el árbol, las luces y bella música. Esperando la hora donde me arrodillaré a dar gracias y seguir pidiendo por fortaleza y sabiduría. ¿Como será tu navidad? Sé que estamos a 22 de noviembre, tiempo perfecto para empezar a prepararnos: Te invito a que empieces a leer la 1a Semana de Diciembre: Lucas 1:28-38 La 2da Semana de Diciembre Tiempo de Limpiar leyendo: Lucas 1:39-56 Un especial y cariñoso saludo te mando desde la distancia. -Adry Victoria-
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