Empecemos haciendo un leve desglosamiento, para lograr entender mejor lo que esto significa y LOGRAR APLICARLO Y VIVIRLO REALMENTE. "Permanecer" es vivir, continuar o mantener. Permanecer en Cristo es vivir en Él o mantenerse en Él. Es una relación permanente, permitiendo que su Palabra llene nuestras mentes, dirija nuestra voluntad, y transforme nuestros afectos. “La Fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” Hebreos 11:1 La fe es un principio de acción y de poder. Por ejemplo, cuando nos esforzamos por alcanzar una meta, o salir de un estado emocional que nos ha estado haciendo daño, estamos ejerciendo la fe, porque estamos trabajando en cambiar nuestros pensamientos de tristeza y derrota por pensamientos de triunfo, de un “Yo Puedo” un “Soy Fuerte”, soy “Bueno”, un “Lo lograré”, y demostramos nuestra esperanza en algo que aún no podemos ver. Entonces podemos ejercer la fe en Cristo si tenemos la certeza de que Él existe, si tenemos una idea correcta de Su carácter, su poder, inteligencia y amor infinito. Esto incluye creer en sus enseñanzas, creer que, aunque no entendamos todas las cosas, Él sí las entiende. La razón, es que Él ha experimentado todos los dolores, las aflicciones y las enfermedades que podamos sufrir. Él sabe cómo ayudarnos a superar las dificultades del día a día. Cuando decimos que tenemos fe en Dios afirmamos que Él es real en nuestras vidas y que es quien puede conceder nuestras peticiones y sueños más profundos. En la biblia encontramos que Dios dijo: El llamado en tu vida es irrevocable. El hará todas las cosas bellas, PERO a SU tiempo. Y es allí donde a veces nuestra fe, tiende a caer; a dudar a desesperarse, dejando entrar en nuestro ser la dichosa depresión y desesperanza. Confieso que, para el pasado diciembre, estuve muy callada. Mis hermanas, por más que se esforzaban en hablarme y distraerme, yo permanecía mayormente callada y muy pensativa. En mi corazón me repetía: “Dios, sé que eres real, he experimentado de tu amor y cuidado muchas veces. Me has sacado de peligros, me has llevado a lugares donde sin pedir, me han brindado un plato de comida. Ósea, sé que siempre estás conmigo. Perdóname por sentir este decaimiento. Por no entender en este momento el porqué de lo sucedido. Ya no quería estar sola, desagradarte con una relación sin formalizarse. Quería tener una pareja donde pudiera expresar dignamente y de forma orgullosa, un “Soy Casada” un “Les presento a MI ESPOSO” así en mayúsculas. Poder entrar a la iglesia acompañada, e incluso tener con quien disgustar a gusto.” Jajaja. Pues sí, porque disgustar solo es feo. La pareja, es esa compañía, complicidad, pasión, apoyo y desacuerdos. ES TODO. Entonces me decía: “Por favor, ayúdame a entender por qué permitiste que sucediera esta separación. Por qué no escuchaste su constante oración que te hacía. “Señor ayúdame a enamorarme de mi esposa cada vez más”, la que escuche en algunas ocasiones sin que él se diera cuenta. Sé que también escuchaste la mía donde te solicitaba “Toca nuestros corazones, transfórmalos a tal punto que podamos ser una buena pareja y ejemplo”. En esa navidad solo pensaba y pensaba, caminaba, leía, escribía. Con un corazón, sin rabia, pero con mucho dolor por volver a verme y sentirme sola. Pero Dios estuvo allí cada momento, sé que me abrazó e igualmente lo hizo con él. Durante esos meses, sentía dolor, mas no podía llorar y gritar para sacar toda la frustración que estuviera dentro de mí. Solo pude lograrlo, y sin planearlo varios meses después, lloré de una manera incontrolable. Creo fueron 3 horas con el llanto más profundo y doloroso que he podido experimentar. Entonces después de eso pude comprender lo anteriormente escrito: “Aunque no entendamos todas las cosas, Él sí las entiende” y que “El llamado en nuestra vida es irrevocable. El hará todas las cosas bellas, PERO a SU tiempo”. Hoy, un año después, puedo decirte con un corazón más claro, sano y tranquilo, que los planes que habíamos hecho no eran los de Dios, y que siempre hicimos las cosas sin haber contado con su aprobación, su dirección y bendición. Las hicimos por los motivos equivocados y con los sentimientos confusos. ¡Una mala combinación! En el camino de esos sentimientos y motivos quisimos que las cosas funcionaran, pero existe un dicho muy cierto: “Lo que mal empieza, mal termina”. Antes de conocer a mi exesposo, yo venía orando, pidiéndole a Dios por algo, por mucho tiempo, pero oraba con duda. Y cuando oras de esa manera NADA será dado. Mas aun si no es lo que Dios quiere para ti, o si aun NO ES EL TIEMPO. Hoy pude ver dos de los llamados que Dios tenía para mí, por lo tanto, toda esa mala experiencia tenía un fin. Creo pase por ese tipo de experiencia por no haber tenido esa relación fuerte con el Señor, no una estrecha y ni PERMANENTE. Bueno, creo que una de las fallas cometidas en la vida por nosotros los seres humanos constantemente, es que decimos creer en Dios y Tener Fe. Pero lo decimos, mas no lo aplicamos verdaderamente. A veces es más la forma negativa y de queja que nos acompaña hasta en nuestras oraciones, que la forma y actitud VICTORIOSA QUE DEBEMOS TENER CADA DÍA, EN CADA INSTANTE, siendo verdaderos creyentes. Dios sabe cómo tomar una situación amarga y convertirla en algo dulce. Una pérdida, una ruptura, una niñez difícil. Debemos aprender a vivir con eso porque de la amargura podremos salir a un oasis. Dios nos saca de ello para algo mejor. RECUERDA DEBEMOS CREERLO Y SENTIRLO PARA LOGRAR VIVIRLO. ¿Qué gané o qué gano con quejarme de mis errores y defectos? La queja es solo echar sal a una herida. Debemos ablandar nuestro corazón para lograr creer y esperar por esa transformación. Al ablandar nuestro corazón, encontramos más sentido a la escritura y el cambio en nosotros se va haciendo más vidente cada día. Es más fácil ser transformado cuando bajamos la cabeza, dejando el ego a un lado y permitiendo verdaderamente que nuestro alfarero con todo su tiempo y amor nos moldee. Dios no obra donde no se le abre la puerta, ni puede entrar libre y tranquilamente cuando esa puerta está abierta a medias. Deja todo lo malo de tu vida en el pasado. Sé que a veces NO es fácil. Te entiendo, porque sí que lo he VIVIDO. Pero también sé que no es imposible, porque también lo ESTOY VIVIENDO. Finalmente dejé todo en manos de Dios y decidí hablar en victoria cada día, y sentir con convencimiento que estoy en sus manos. Debemos hablar permanentemente de victoria. Debemos sentir que estamos ganando cada día mil bendiciones. Tú sigue en victoria que Dios siempre está a nuestro lado. Los pensamientos nos dirán: Estás perdido, la embarraste, siempre serás igual. Pero tú respóndele: Estás equivocado. Dios está conmigo y Él tiene un plan para mí, solo estoy en el proceso de convertirme en lo que Él quiere que yo sea. Volveremos a sentirnos cansados y sin sentido, pero recuerda CADA VEZ QUE TE SIENTAS CAER QUE, SOMOS BARRO Y DIOS EL ALFARERO. Aquel que trabaja despacio y con mucho cuidado para que Su obra sea hermosa y perfecta. El alfarero no quita las manos del barro hasta que su obra sea completa. Hay un tiempo para llorar, un tiempo de lucha. Pero también hay un tiempo de restauración, de sanidad, un tiempo de liberación y restauración. Soltemos todo lo que no sirve para bien en nuestra vida y PERMANEZCAMOS EN FE DE AHORA EN ADELANTE CADA DÍA, EN CADA INSTANTE…VIVAMOS EN VICTORIA, HABLEMOS EN VICTORIA. Recordemos que nos convertimos en lo que pensamos y de igual manera actuamos. He venido cambiando mi manera de expresarme, en mi manera de sentir, de responder, incluso de trabajar. ¿Y sabes algo? He tenido en medio de todo, un muy bendecido 2022. Solo puedo dar gracias a Dios por su inmenso amor por mí. Aun sigo en el proceso de sanar y entender muchas cosas, pero con una actitud diferente. Siempre quiero Permanecer con mi fe puesta en Él. Espero tengan una maravillosa, sana, alegre y bendecida semana. -Adry Victoria-
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