Febrero 10 y te comparto que frente a mis ojos tengo un bello amanecer. Aunque algo frío y poco nublado ha sido hermoso ver salir la luz del día. El sonido de los pájaros y la frescura del aire. ¿Será que soy muy romántica, o que he aprendido a ver la vida de una mejor manera? Sea como sea, me siento feliz y espero tú lo estés igualmente.
Hoy quiero cerrar el tema sobre la confianza para dar comienzo a otra etapa de crecimiento. ¿Estás de acuerdo? Entonces: ¿Cómo podemos identificar los valores centrales de alguien, como la lealtad, la integridad o la seguridad en sí mismo? Podríamos preguntarle, por supuesto, pero la persona podría mentirnos, o tal vez no tenga la conciencia de sí mismo para darnos una respuesta verdadera y precisa. Con esto en mente, el agente Robin nos dice que es más seguro buscar patrones en el comportamiento de alguien porque, la mayoría de las veces, los patrones no mienten. Un comportamiento importante es la lealtad. Es de la que hemos venido hablando y aprendiendo al respecto. Uno de los fundamentales a mi criterio. Si alguien TE RESPALDA cuando sería más fácil para él hablar mal de ti, es una señal de que puedes confiar en él en el futuro. Este es un indicador de inseguridad subyacente. Las personas inseguras tienden a juzgar a los demás para sentirse mejor consigo mismos. Sus historias sobre los errores de otras personas o los defectos de los personajes pueden ser entretenidas, pero pise con cuidado porque nunca se sabe cuándo te convertirás en el protagonista de una de sus historias. “Lo que Patricia diga de Mario o de María, dice MÁS de Patricia que de las otras dos personas” No lo olvidemos... Por eso debemos tener siempre presente que: “De la abundancia de nuestro corazón habla la boca” y del "cómo" y del "qué" hablemos reflejará quienes somos. “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” Lucas 6:45 RVR1960 En varias ocasiones, me toco escuchar como unos familiares caían en esta fea costumbre o mejor en este feo hábito, y aclaro, ellos no son personas malas, pero habita en ellos este patrón. Ahora con el entendimiento que tengo, puedo comprender que ellos no conocen lo que esto representa y lo que se refleja. Muy seguidamente se comunicaban y la mayoría de sus conversaciones eran para comentar sobre algo de alguien. En ocasiones que me tocó escuchar por ir en el carro con él, y le decía: - No caigas en eso, sé pacificador, no participes de la crítica o los comentarios. Piensa en esto: Primero, ¿Cómo te ve Dios en ese momento? Segundo: ¿Qué ejemplo estás proyectando? Tercero: ¿Qué confianza se puede tener en ti?- Con temor a su respuesta me atrevía a aconsejarlo, ya que en algunas ocasiones me decía que yo me creía perfecta. Por supuesto que NO soy perfecta, pero la responsabilidad que tenemos como pareja y más aun como cristianos que queremos practicar lo que aprendemos, es guiar con ejemplos que hemos vivido. Yo le comentaba que antes yo hacía lo mismo y no lo veía mal. Pero me di cuenta que así fueran mis hermanas, no me sentía bien hablando de las situaciones de mis cuñados o hijos. Que eso no daba solución a un problema, ni era el ejemplo adecuado que debía trasmitirles. Si ellas me buscaban para comentarme algo, las oía, pero si se expresaban mal con respecto a alguien, mi posición era: Porfa no me hables mal, porque todos somos familia y no es el caso dañar corazones. En el momento que tú compartes algo malo de un cuñado por poner el ejemplo, esto quieras o no, te va dañando el concepto hacia esa persona. Y qué feo se ve y se siente que cuando lo ves, estrechas su mano y le saludas como si nada, cuando has estado participando de una crítica o chisme de mala forma. Esto me hacia sentir como una hipócrita. Y como no quiero ser así y deseo practicar lo que Dios dice que espera de mi, en vez de participar, mi respuesta será orar por esa situación. Analiza por qué del comportamiento de ella o la actitud. Creo que la solución no está en sentarnos a hablar de esa persona. La solución esta en aceptarlas como son y orar por un cambio cambio y una solución, por ponerte un ejemplo. A veces me contestaba diciendo: ”Es con mis hermanas que estamos comentando, no veo nada de malo". Otras veces decía: es que es el colmo lo que hizo tal persona, no puedo evitar el no dar mi punto de vista. Y otras pocas decía: “tienes razón. Intentaré decirles que pongan esas situaciones en manos de Dios en vez de unirme a la crítica”. Hoy compartiendo contigo sobre este patrón, me doy cuenta que para muchas personas les es difícil controlar esto. Incluso, muchos no saben los efectos dañinos que esto deja. De hecho me llevó a acordarme, que meses antes de terminar dolorosamente con esta relación, uno de ellos me comento: -Adry, qué triste que esta familia se exprese tanto amor y unión, y por detrás digan unos de otros cosas como “qué tal que mi hermano no fuera cristiano”, “y eso que va a una iglesia”. ¿Sabes? Recordar esto me dio dolor, porque de verdad que él no es malo, sólo creo que le falta fortalecer su carácter y relación con Dios. No pensemos que este tipo de patrones o hábitos malos, sólo se ven en amistades o cuestiones laborales, ¡No! Siempre he pensado que todo empieza en casa. Una buena o mala costumbre empieza desarrollándose y practicándola en nuestros hogares. Por eso vuelvo a repetir que no podemos esperar recibir de nadie, lo que no podemos dar. Si queremos lealtad de los que nos rodean empecemos por ser leales nosotros incluso con nosotros mismos. Finalmente en cuanto a este tema, investiguemos sobre:
¿Sabes? El patrón de comportamiento más peligroso es la inconsistencia. Tengamos cuidado con las personas que constantemente se comportan de manera impredecible. En conclusión...
El combatir estos patrones nocivos nos acercaran al ÉXITO en todos los niveles. Por lo tanto identifiquemos cuales son en los que tenemos que trabajar, y peguémonos nos de la mano de Dios con todas nuestras fuerzas para lograrlo. “Si en verdad te aprecias, estudia. Bien harás en practicar lo aprendido.” Proverbios 19:8 TLA “El que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el bien.” Proverbios 19:8 RVR1960 Por Adry Victoria.
0 Comments
Leave a Reply. |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
Categories |