El mundo científico considera que la esperanza ejerce una fuerza curativa inmensamente grande e importante. El que se aferra a esa esperanza puesta en un Dios de oportunidades, en un Dios que sana y tiene la última palabra, su salud y tratamientos muestran resultados más positivos, que los que se dejan agobiar y se llenan de temor. Sin duda, las "ganas de vivir" prolongan increíblemente la vida en algunos pacientes. Por eso, jamás debemos perderla. En el libro de los Salmos versículo 31:24 dice: “Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan.” Y en Isaías 40:31 “pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.” ¿Cómo no aferrarnos a las promesas de Dios en todo tiempo, EN TODA CIRCUNSTANCIA? A Dios se le llama el “Dios de esperanza”... "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo." Romanos 15:13 Ahora debemos tener en cuenta que, en ocasiones las cosas no resultaran como las deseamos, tal vez porque no nos convenía, porque aún no era el momento, o por que el plan de Dios es diferente al que nosotros deseamos o consideramos bueno. Y aun así, no debemos dejar perder la esperanza puesta en Él. Dios nunca se equivoca. Esto debemos aceptarlo por más que nos duela. ¡Él es el Dios de la esperanza! -Adry Victoria-
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ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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