¡Hola mis apreciados lectores! Qué bendición tan grande es el poder llegar a otra semana con el tiempo que necesito para escribirte sobre otra de mis reflexiones. En esta ocasión te cuento que se aproxima un cumpleaños más de esta bella y especial mujer. Por tal razón, hoy lunes deseo abrir la semana compartiéndoles sobre un sentimiento que para algunos puede ser grato, y para otros puede ser una emoción dolorosa. Claro, dependiendo de... Les hablo sobre: Extrañar - Echar de Menos - Añorar... Se pueden extrañar o añorar cosas, situaciones, lugares o personas. Algunas en forma grata como ya lo mencione, con deseos de volver a experimentarlas, visitarlas, sentirlas o probarlas, hablando del sentido del gusto de nuestro paladar. Pero existen muchas otras que pueden ser causa de dolor. Extrañar situaciones, momentos hermosos vividos con alguien, e incluso hasta los periodos difíciles si de ellos aprendiste y te ayudaron a crecer, es más que recordar. ¿Sabes? Se pueden tener lindos recuerdos de una maestra, del tiempo escolar, de amistades, de un buen trabajo o de un viaje. Pero, echar de menos profundamente va más allá que solamente un pensamiento. Es volver a enfrentarnos con el gran vacío que nos dejó algo o alguien, marcando nuestra vida de una u otra forma en diferentes aspectos. Esos sentimientos de vacío al no ser llenados o sustituidos, te causan dolor. Y si de por sí, ya eres una persona Altamente Emocional, como es mi caso, el dolor creo, es más intenso y más difícil de superar. ¿Por qué llegó a mí este tema? A principios de este mes, tuve la visita de un buen amigo por dos días en casa. Y en una de esas noches, sentados en la sala conversamos un poco al respecto. El tema quedó en mi mente dando vueltas, algo que creo es normal en una persona tan analítica como yo. Especialmente por la pregunta que me hizo, a la que en su momento NO pude contestar. “Adry, ¿por qué extrañas o qué es lo que extrañas?" Cuando una parte de tu vida las has vivido insegura e inmadura, acompañada de miedos, de una autoestima baja, no valoras muchas cosas que han hecho por ti, no valoras adecuadamente momentos, celebraciones, personas. Esa fue la conclusión a la que llegué después de reflexionar toda la semana sobre el tema. Algunos eventos los extraño como recuerdos bonitos que no volverán. Otros aun me causan dolor. Porque así mi corazón quisiera una oportunidad o remediarlas de una u otra forma, la realidad es que ya no hay vuelta atrás. Ya no puedo regresar el tiempo para disfrutar algunas cenas que me prepararon para una celebración de mi cumpleaños. Ya no recibo las flores que me traían cada miércoles a mi escritorio por diez años. Ni organizaré un árbol de navidad repleto de regalos con la ilusión de ver los rostros al abrirlos. Ni escucharé la voz suave que por un tiempo me dijo “Chaparrita, ¿qué andas haciendo?”. Ni quizás vuelva a tener al que sobaba mi pie en las noches hasta quedarme dormida. Pero puedo decirte que entiendo que Dios permitió que yo pasara por ese tipo de sufrimiento y dolor, para que lograra varios cambios.
Lamentablemente muchas personas nunca buscan un porqué de las cosas. No investigan cómo sanar o cómo vivir mejor, y mucho menos el porqué es importante entender que Dios puede usar nuestros dolores y sufrimientos para bendecirnos, sanarnos, renovarnos, restaurarnos y madurarnos. El apóstol Pablo dice: "Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación." Doy gracias a Dios por ayudarme a abrir mis ojos. Por poner en mi corazón el deseo de cambiar al ver todo lo malo que había en mí. Por sentir un arrepentimiento genuino al reconocer mis defectos y querer trabajar en ellos. Por ayudarme cada día a no desmayar a pesar de que aun lloro por algunas circunstancias y recuerdos, especialmente en estas fechas que se acercan, y que mis hijos se encuentran en lugares diferentes haciendo muy difícil un encuentro. Entonces la “soledad” entre comillas, hace que esos tanques de emociones con vacíos, sean un poco más demorados en llenar, sanar o superar. Porque remplazarlos ¡Nunca! Hay cosas que nunca tendrán remplazo. Creo que si yo aun siguiera en un estado emocional de negación, sólo podría seguir sembrando amargura y dolor. Te diré que posiblemente aun lloraré cuando escuche la letra de algunas canciones. Tales como: "Soñé que despertabas a mi lado Observando tu cabello y tus ojos claros Que esta pesadilla no había pasado Y que el vacío en mi interior Ya se había marchado." O aquella que dice: "Y qué tal si funciona Y nos sonríe el amor Si vale la pena Por mí no hay problema Dar el corazón Enamorarse otra vez Como la primera vez Y qué tal si funciona Lo que siempre quisimos"... Pero detrás de esas lagrimas habrá un: -“GRACIAS DIOS”. Gracias porque ahora todo lo valoro más, cuidaré más mis sentimientos, mis palabras, mis acciones, mis relaciones en todo sentido. Este jueves disfrutaré al máximo mi cumpleaños como sea que llegue, y te daré infinitas gracias por haberme permitido llegar con tantas enseñanzas experimentadas. De regalo te pediré, más sabiduría, fuerza de voluntad y acción. ¡Pero principalmente Tu compañía!- Para ir terminando recordemos el dicho que dice: El tiempo se encarga de todo. Cierra heridas como la mejor medicina. Sana cosas o situaciones, e incluso te ayuda a olvidar. Ante ese dicho o refrán, yo humildemente te digo que el tiempo no es una vara mágica. Mi bellos lectores: Si no vemos cómo el dolor y el sufrimiento pueden ser usados por Dios para bien en nuestras vidas, será fácil culparlo, decir "¿por qué a mí?", rechazarlo y posiblemente morir en la amargura. Lastimosamente muchos llegan al sepulcro si haber entendido que detrás de cada lágrima o prueba había un propósito. Un propósito con crecimiento y por consiguiente con bendición. Cerraré la reflexión diciéndote que las Escrituras tienen el poder de sanar el dolor de nuestra alma, especialmente si la leemos con esa necesidad de escuchar la voz y el consuelo por parte de nuestro Creador. "El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas." Salmos: 34:18-19 Por hoy se despide, tu escritora de reflexiones testimoniales, Adry Victoria.
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ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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