¿Has pensado alguna vez cuántas excusas buscamos al momento de necesitar salir de donde estamos? Sea a nivel de trabajo, a nivel de una relación tóxica, de una vivienda, de un estado anímico, de un cambio de actitud, un estilo o nivel de vida.
Todos hemos pasado o pasamos por etapas como estás. Muchos logran dejar de sacar excusas y se lanzan al ruedo. Pero muchas otras siguen paralizadas sin tomar acción, sacando excusas que sólo demuestra el miedo que tienen de enfrentar el resultado que obtendrán al intentarlo. Tal vez ese miedo es por falta de confianza en sí mismos. Te compartiré una historia verdadera y sé que como estás, hay muchas. Conozco a una persona hace 11 años. Una persona que se a convertido en un gran amigo. En el 2011 donde empezó mi travesía como profesional independiente, soltera, jefe de hogar, andaba en busca de tocar puertas para hacer clientes. Muerta de miedo pensando si lo lograría o no. Un día, analizando cuáles eran mis posibilidades, me di cuenta que lo que iba a hacer, era lo que ya venia haciendo por 10 años, sólo que había una pequeña diferencia entre el hoy y el antes. ¿Cuál era? Que ahora estaba sola. Sin esa mano que era mi guía o un compañero de trabajo. Entonces me dije: ¿Por qué sientes miedo si ya sabes lo que tienes que hacer? PERO AL MISMO TIEMPO EL MIEDO VOLVÍA Y APARECÍA DICIENDO: Cada día te levantarás sin un cheque, sin un sueldo y ahora sola. ¿Serás capaz? Así funciona tu cerebro cuando quiere sacar excusas. Yo sabía que ser trabajadora independiente no era para todo el mundo, pero también sabía que ya conocía lo que se tenía que hacer. Levantarte cada mañana colocando en mi mente la cifra que necesitabas ganar ese día de acuerdo a mis gastos. Tenía el carácter, la gracia y el conocimiento del producto que llegaría a ofrecer. Entonces ¿Por qué tener miedo? A parte que me encantaba ser asesora en seguros y todo lo que tuviera que ver en finanzas. Al cabo, como lo dije antes, ya tenia 10 años recorridos en aprendizaje. Solo faltaba colocar ruedas a mi vida de INDEPENDIENTE. Es normal sentir miedo cuando llega a ti un cambio de vida repentino, un cambio de trabajo, un jefe distinto, etc. Pero ¿Qué ganamos al dejarnos llevar por ese miedo? ¿Acaso no es mejor enfrentarlos y ver qué pasa? Bueno, esa fue mi historia. Tenía la opción de regresar a buscar trabajo en los salones de belleza haciendo maquillaje permanente. Allí de repente tampoco tendría un cheque fijo, pero sentía que era más seguro, ya que cada mujer que entrara por esas puertas yo podría ofrecerle una promoción de delineado y cejas muy hermosas que les ahorraría tiempo y dinero. Y mejor aún, se levantarían siempre arregladas y hermosas. “No tendría que matarme tanto manejando y tocando puertas” La estética me gustaba. Pero ¿Qué me gustaba más y en donde tendría más oportunidad de ayudar y ganar? Fue allí donde me acordé de lo que había leído y escuchado de tantos “Coach” líderes que te insistían que, SIN DECISIÓN NO HAY ACCIÓN Y SIN ACCIÓN NO HAY RESULTADO. Entonces señora, es hora de poner en práctica lo que has aprendido. Ponlo en práctica en tu nuevo comienzo como empresaria sola. Y creo esa palabra, “SOLA”, era lo que retumbaba en mi cabeza. Antes ayudaba a dirigir una empresa de unos 250 agentes, dándoles clase de motivación y guiándolos a ser excelentes vendedores, les enseñaba a cómo abordar a una familia, qué decirles y el por qué de la importancia de un seguro. PERO AHORA ADRY YA NO ES TEORÍA, ES PRÁCTICA. TÚ LO HARÁS Y SOLA. Esas VACAS como lo dice el escritor Camilo Cruz, querían estropear mi sueño, me querían hacer desfallecer. Adry, toma una decisión de qué quieres hacer, ¡PERO HAZLO YA! Y decidí ser asesora y agente de seguros, con el convencimiento de que quería ser ejemplo o testimonio para muchas personas que llegan a este país, creyendo que sin un idioma es muy difícil lograr alcanzar ciertas metas. No te diré que es fácil, porque por supuesto que no lo ha sido. Pero SÍ te diré que cuando tomas la decisión y luchas por ella, colocas acción y disciplina. DISCIPLINA, una clave fundamental cuando se es independiente, para lograr alcanzar lo que deseas. Por lo tanto cada mañana enfrentaba mis vacas. Subía a mi carro y me pegaba de la mano de Dios como garrapata, diciendo: OK... en TUS manos estoy. De ti dependo. Yo hago mi parte, por favor, Tú haz la tuya. ¿Qué atrevida verdad? Ahora al escribirlo me doy cuenta de eso. ¿Pero sabes algo? Creo que a Dios le gusta la gente atrevida. Personas que se arriesgan a luchar y CREER en Sus promesas. Porque Él nos dice: "Esfuérzate y se valiente que YO estaré contigo cada día de tu vida." Y ASÍ ha sido hasta este día. Nunca me ha soltado a pesar de mis muchas equivocaciones. Pero bueno, te diré que llevo 20 años en la industria. Asesorando, enseñando y conociendo grandes personajes. Y es aquí donde te comentaré de mi amigo Daniel. ¿Te acuerdas? A Daniel, me lo refirieron para que le vendiera un seguro, ya que era casado y con una hija pequeña que dependía económicamente de él, y por lo tanto necesitaba de un seguro. Por 3 años estuve detrás de él llamándolo. Me daba la cita, me la cancelaba, me daba la cita y otra vez me la cancelaba y sin darnos cuenta comenzó una amistad. En medio de mis llamadas para ver cuando se dignaría finalmente a atenderme, resultábamos hablando de su trabajo, de su niña, su esposa y, mientras yo manejaba hacia mis citas, él sin darse cuenta me acompañaba y a su vez yo a él. Hasta que un día, creo después de 5 años, Le dije: -"Oye Daniel, ¿Te das cuenta cuántos años han pasado y nosotros aun ni nos conocemos? No friegues. Creo que ya es hora que saques tu licencia de seguros y pongas manos a la obra. Ya te he entrenado telefónicamente un montón, y ya que yo no logré hacerlo por un problema u otro. Asegúrate tú mismo y asegura a otros. Cambia ese trabajo tan pesado que tienes. Creo tienes el porte y el conocimiento teórico que se necesita, a parte que eres bilingüe. ¿Qué te detiene? ¡¡Nada!! Si yo he podido tú también lo puedes hacer."- Bueno entre una cosa y otra te cuento que sacó la licencia. Fueron muchos días de darle ánimo a que creyera en él. Él me comentaba en medio de la compañía que nos hacíamos durante su trabajo y mis manejadas, lo aburrido que se sentía con su profesión. Decía: -Adry no es malo lo que gano, pero es un trabajo duro y sucio.- Y yo de decía: -¿Entonces Daniel... qué esperas?- -No se Adry.- Era su respuesta. ¿Qué tal que no me funcione? Es que tú eres bonita, sabes hablar, y yo medio tartamudeo. No puedo dejar a mis clientes y abandonar esos cheques seguros como tú les llamas. Porque si no vendo, ¿Cómo pagare mis biles? Esos no esperan. Yo solo le contestaba: -Bueno, ¿Cómo crees que hago yo? Mis gastos son casi $5 mil dólares y todos los días me levanto sin cheques seguros. Te diré que medio lo ha intentado, pero nunca ha podido enfrentar sus miedos, matar las vacas y poner acción por falta de decisión y actitud de triunfador. Aún nos seguimos hablando. Finalmente un día lo conocí en persona, los aseguré y lo inscribí en una de las compañías a las que represento. Es un gran amigo. Un ser humano excepcional. Aún lo regaño y le doy lata. Pero sabes, son muchas las personas como él, que dejan que sus miedos e inseguridades les gane. He conocido personas nacidas aquí, cien por ciento bilingües, con un don para hablar increíble, nada tímidas. Personas que tú dirías, ¡deben tener unos super trabajos! Y no. No lo tienen. Trabajan en limpieza o fábricas. Trabajos donde muchos terminan lastimados de sus manos, cinturas etc. Y no digo que esto sea malo. No me mal entiendan. Por supuesto que tener un empleo es toda una bendición, y todo empleo es bueno. Sólo que cuando te cuentan el por qué trabajan donde trabajan, te quedas perplejo al ver cuántos viven con sueños frustrados a causa del miedo y la no confianza en sí mismos. Llenan su mente de ideas negativas como:
Sabes, muchos a raíz de un “ahora qué” han colocado negocios de comida que se han vuelto famosos. Otros de empezar en un carro rodante ahora tienen restaurante. Otros galerías de arte, diseñadores, confeccionistas, profesores de música. Contadores y así muchos han logrado sus sueños, lanzándose al ruedo. El que no intenta no sabe que resultado podría obtener. De la única manera que nos daremos cuenta si algo funciona, si seremos capaces, si será para nosotros, si lo merecemos o no, Es ENFRENTÁNDOLO. Tomando Decisiones y ACCIÓN Entonces ¿Cómo lograrlo? Debemos Matar todo el ganado que venimos cargando por años y años, robándonos quizás miles de oportunidades. Yo en ocasiones me levanto con miedo, en medio nuevamente de mi soledad. Pero me contrato cada día. Con un compromiso conmigo misma. Mato mi vaca y me tomo de la mano del Señor. ¿Qué cosas te propusiste al comienzo de este año? ¿Qué vacas debes matar para lograr aquello que te gustaría hacer o ser? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que aprendas algo? Entonces, si eso es lo peor, vale la pena, porque aprender NO ES PERDER. Con todo cariño, por -Adry Victoria-
0 Comments
Leave a Reply. |
ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
July 2024
Categories |