Navidad:
Es una época que en lo personal me encanta, aunque confieso que en ocasiones me traía algo de nostalgia, pues ya no tenía navidades grandes al lado de mis hermanos y los pequeños niños, y tampoco tenía la compañía de mis tres hijos desde hace aproximadamente 7 años para celebrar, cenar, abrir regalos y vivir lo que era una tradicional y normal navidad, por diversas situaciones. Por lo tanto, las navidades para mí se habían convertido en algo deprimente y sin chiste. Trataba de hacer de cuenta que era un mes como cualquier otro, e incluso llegue a sentir y expresar que ahora era puro comercio y fiesta. Un día meditando sobre cómo nos cambia la vida de acuerdo con las situaciones y a las DESICIONES que uno toma, caí en cuenta que no podía convertir una época tan maravillosa, en algo fúnebre sin haber perdido a un ser querido como tal, solo por sentir que mi familia estaba dividida. Entonces decidí que ese espíritu bello no debía perderlo, ni encausarlo con sentimientos equivocados para justificar mi amargura por la soledad. Por otra parte, estaba comportándome de forma contradictoria a lo que verdaderamente he sido como persona y lo que me gustaba reflejar ante los que me rodeaban, tanto conocidos como desconocidos, una Adry positiva, alegre y muy cariñosa. Al pensar en esto, me dije: “El que ahora no estes rodeada de ninguno de ellos, NO significa que DEBAS perder lo que eres, ni que dejes de reflejar lo que Dios quiere que trasmitas a otros”. Entonces, ¡YO decidí volver a contratar el corazón de la vieja Adry navideña! A mitad de noviembre empecé a sacar lo que tenía de adornos, y con la ayuda de una de mis mejores amigas nos pusimos en la tarea de conseguir otras cosas, con el fin de colocar el primer piso, sala, comedor, cocina y estar de tv como nunca antes lo había ni hecho ni visto. Una decoración hermosa y elegante en color blanco y rojo. La verdad le dije a Evelia, -Amiga, así me tocara estar sola, estaré contenta. Sonreiré, contactaré a mis seres queridos desde la bella sala con chimenea, el árbol de fondo y les diré: “Familia FELIZ NAVIDAD. LOS AMO”. Celebrare un ratito así sea a través de video. Daré gracias mil e infinitas gracias a Dios por permitirme llegar a otra navidad. Daré gracias por las personas que partieron. No por que hayan partido, sino por lo que representaron en mi vida, brindaré por haber tenido la oportunidad de aprender cosas de ellos, por el ejemplo recibido de su parte, por los consejos y porque en algún momento igualmente me escucharon y me hicieron sentir importante o útil en sus vidas.- Esa fue mi conversación con ella mientras estábamos decorando. Al terminar esa tarde y antes de que ella se marchase, me dijo: -Así es Adry. Creo todos debemos aprender a ser felices y vivir las diferentes festividades sin importar la compañía o las circunstancias. Para mí fue un placer ayudarte a dejar este lugar tan hermoso, y caer en cuenta al escucharte, que a pesar de haber enterrado a uno de mis hijos y sentir su ausencia especialmente en estas fechas, no debo perder la alegría. Pues tengo más personas a mi alrededor por las que debo ser fuerte, alegre y agradecida. También aprendí de tu charla, que se vale soltar una lagrima y que puedo decirle igualmente “Feliz navidad Hijo”.- Esto fue lo que me motivó a escribir este mes de diciembre 2023 de una forma diferente. Una forma donde tengamos en cuenta a todos. Tanto a los que están “bien”, los que están “regular” o los que se sienten fatal. Normalmente, para todos NAVIDAD es FESTEJO Pero la realidad es que NO ES ASÍ. HOY muchos lloran por una separación… HOY muchos se sientes solos, abandonados y enfermos… HOY muchos viven en la calle. No tienen un plato de comida y menos pueden esperar un regalo… HOY muchos están llorando la pérdida de un ser querido, sea por una enfermedad, por las guerras que se están viviendo en Rusia/Ucrania, en Israel/ Palestina. Por el huracán de Acapulco en México por mencionar algunos. Cuando empecé a pensar en lo que compartiría con ustedes en estas dos semanas y media antes del 24, llego a mi corazón el tema que te comparto hoy, comenzando con los dos mensajes de martes y miércoles. Espero con todo mi ser, que toque tu corazón y desees al igual que yo, hacer de esta navidad algo diferente, especialmente con el propósito de dar y ayudar a un desconocido. Si eres de los que pueden decir “Estoy bien”, bendito Dios por ello. Dale las gracias y muestra tu amor y compasión a alguien que no esté pasando por un buen momento. Si eres de los que perdió un ser querido, te digo: ¡Lo siento! Sé que en estos momentos es muy difícil para ti entender y aceptar la pérdida. Estamos contigo, oraremos por fortaleza para ti. No será una navidad fácil, no querrás escuchar un “feliz navidad”. Entendible. Pero te animo a que no dejes de dirigir tu mirada al cielo para hablar con Él. Agradece por la vida de otros, conocidos o no. Por la tuya misma, y ten en mente que no estás sol@, y que hay otros que quizás están en peor situación. Busca a quien animar, consolar o ayudar. Sabes, esto también es muy reconfortante y terapéutico. Esta navidad proponte a orar por todos los que están sufriendo y trata de dar un presente a un desconocido. Visita un asilo, un hospital, y saluda a un vecino que creas está solo o ha tenido una pérdida. ¡Dios te bendiga y que esta navidad sea una de cambios y nuevos propósitos! Un abrazo, Adry Victoria.
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ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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