Dado que el amor es bondad, la forma de comunicar amor es de forma bondadosa, dulce, amable. Recordemos un poco la lectura de la semana pasada. En ella Dijimos que una misma frase puede tener dos significados diferentes, dependiendo de cómo se diga. La interpretación de dicho mensaje se da a través de nuestro tono de voz, y en momentos de discusión, la idea es buscar entendimiento y reconciliación, y no tratar de demostrar quién tiene la razón. Aunque siendo muy honestos no es algo fácil de lograr, especialmente en momentos de acaloramiento y sensibilidad, ¿Verdad? ¡PERO tampoco es IMPOSIBLE! ES AQUÍ DONDE DEBEMOS TENER ESA FUERZA DE VOLUNTAD Y PRACTICAR LO QUE HEMOS VENIDO APRENDIENDO. De esa manera se debe ir desarrollando la madurez que necesitamos para lograr relaciones más estables, duraderas, sanas y con la llama del amor permanentemente encendida. ¿SABES? Creo que el amor por nuestra pareja debería ser como ese amor que se siente por un hijo. Un hijo por más travieso que nos salga, siempre se le ama. Siempre se ora por él, mantenemos al pendiente de ellos así sea a escondidas. Les damos gusto, les sorprendemos con detalles, con su cena favorita, les arreglamos su ropa, se les bendice cada mañana y cada noche al ir a dormir así ya estén casados y viviendo fuera de casa. Siempre están en nuestro corazón como un gran tesoro. En ocasiones nos hacen enojar, y en ocasiones queremos hasta ahórcalos. Jajaja. ¡Bueno, no literalmente! Pero existen esos momentos que no queremos ni verlos por un buen rato. Pero aun así, nuestro amor por ellos sigue intacto. El punto con este ejemplo es que nunca renunciamos o nos divorciamos de ellos. Como tampoco lo hacemos de nuestros padres, abuelos, primos, etc. Entonces, así debería de ser la relación de pareja. Deberíamos mirar con ese serio y firme compromiso el matrimonio. Con nuestros hijos buscamos el diálogo, les regañamos fuertemente dependiendo de la situación, pero se busca una solución. Por eso Gary Chapman dice que mantener vivo el amor en el matrimonio es un asunto muy serio, y para eso hay que estar dispuestos a aprender el lenguaje del amor de tu pareja, ya que se trata, NO del que me den. Sino de lo que VOY a DAR. ¿Lo recuerdan? Es lo que estamos aprendiendo de los “CINCO LENGUAJES DEL AMOR”, mantener enamorada a nuestra pareja, es hacerlos felices a ellos. Es trabajar diariamente en enamorarlos. Es buscar que su tanque de amor permanezca lleno, así como queremos que el nuestro lo esté. Pero recordemos, que NO puedo ni debo pensar que voy a dar si me dan. Uno de los dos debe querer tomar la iniciativa de ser diferente, de querer aprender. Y si hoy estas leyendo este mensaje y has venido siguiendo las reflexiones del mes de agosto, ¡FELICIDADES! Porque estás buscando junto conmigo un cambio. ¿Te das cuenta por qué digo que estos libros debieron habérnoslos dado desde secundaria? ¿Y en la universidad? ¿Y otra vez en nuestras clases matrimoniales? Porque si no los leemos frecuentemente, ni hemos atesorado en nuestro corazón esos puntos TAN importantes, se nos seguirá haciendo fácil caer en errores y por ende seguir SUFRIENDO Y SEGUIR SEPARÁNDONOS. Entonces por más que oremos por un hasta aquí, por un cambio, por una nueva oportunidad o reconciliación, las cosas seguirán iguales. Y ese cordón umbilical de tragedia y error continuará. Entonces AHORA sí tengamos consciencia de lo que leemos y trabajemos con todo nuestro corazón por aplicar lo que nos corresponda aplicar. El amor hace peticiones, no demandas dice el Dr. Chapman. Cuando demandamos cosas de nuestro cónyuge, nos convertimos en un padre/madre y él en un hijo. ¡ESTO ES UN GRAVE ERROR! La manera en la que expresamos nuestros deseos es absolutamente importante. Si vienen como demandas, hemos borrado la posibilidad de la intimidad y alejaremos a nuestro cónyuge de nuestro lado. Y ¡sí! Una de las cosas que recuerdo, es que cuando yo decía: “Tú tienes que sacar la basura”, siempre se le olvidaba. Pero cuando le decía: "¿Mijo me ayudas a sacar la basura?", no había terminado de decirlo, cuando él ya estaba sacándola. Algo más que te compartiré: por un año y medio, tuve la bendición de quedarme en casa. Algo que compartí en alguna de mis reflexiones en noviembre o diciembre. Durante ese tiempo, Efrén era el que salía a trabajar. Por consiguiente, al estar yo en casa, tenía suficiente tiempo para hacer mis labores de hogar y entre ellas, salir al mercado, si era el caso. Pero Efrén sabía que me gustaba el jardín y que estaba haciendo cosas que nunca antes había hecho por falta de tiempo. Por lo tanto en ocasiones cuando me llamaba durante el día, yo le decía: “Mijo, perdón por lo conchuda, pero ¿podrías pasar por la tienda? Es que se me acabo la leche, la canela, los jalapeños y se me hizo tarde para ir. ¡Sorry! ¿Será que puedes ir?” Su respuesta era: “Claro mija. Usted no se preocupe que yo me encargo de eso”. Entonces yo le decía: "Pero usted ya viene cansado." -NO se preocupe- contestaba, -lo que usted necesite yo lo hago.- Era su respuesta. (Chin, duele recordar...) Bueno, ¿Sabes? Todos los días de camino a casa, sin importar qué hora era, me llamaba a preguntar qué necesitaba y en ocasiones me sorprendía con alguna compra. Entonces es muy cierto que si pides algo con humildad, con amor, el resultado es amor, es bendición. Creo que nunca supo que su acción, llenaba mi tanque de amor al máximo. Creo nunca supo cuánto valoraba ese tipo de gestos que hizo por mí en su momento. Entonces ahora estudiando y aprendiendo sobre el tema, es inevitable que lágrimas salgan de mis ojos y digo, cuánto nos equivocamos por arrogantes, por un ego mal manejado, por falta de expresar cosas bonitas, por falta de dar reconocimiento a esos actos llenos de amor y bondad. La mayoría de veces sólo sabemos pedir, exigir, quejarnos y reclamar. Muchos hemos llegado a pensar que, con decir de vez en cuando, “Lo siento”, es suficiente. Debemos ser consientes que así como a nosotras nos gusta un halago, a ellos TAMBIÉN. Como pude trabajar en un buen tanque de amor en algunas cosas, y en otras, y tal vez la más importante, la cambié, la descuidé y lo alejé, como fue la relación con su familia. Como lo comenté anteriormente, no peleé con ninguna de ellas, pero por mal entendidos, me alejé y bueno, ese fue un motivo que le di a él para sus decisiones. Aunque a medida que voy aprendiendo sobre este hermoso tema, me doy cuenta que cuando no hay amor, cualquier cosa puede ser la excusa perfecta para terminar. Recuerdo que él en su momento me dijo: “Te quiero, pero no como para hacer una vida contigo”. Es válido y se entiende, porque el punto de mi testimonio con él, es que nos casamos por las razones equivocadas. Hoy puedo decir que esos gestos hermosos que tuvimos, es porque esas mismas acciones bonitas y comportamientos tiernos o bondadosos, podemos tenerlas también por amistad, y ese fue nuestro caso. ¿Y por qué? Pues para que una relación funcione y se desee luchar, se necesita “DESEO”, algo que no hubo en nuestra relación de 5 años por más que él lo intentó. Y aunque sé que hoy en día no podemos ser amigos, siempre le estaré agradecida a Dios por lo que viví y aprendí a su lado. Por los días buenos, por las acciones maravillosas, por los detalles incomparables y nunca antes recibidos. Por todo doy gracias y le bendigo. El Dr. Chapman dice que el amor es cuestión de decisión. Y ¡Sí! Yo a pesar de muchas cosas había decidido amar. Pero para amar bien se necesitan dos personas en la misma dirección. Ahora elijo seguir amando, pero de una manera que ya no me dañe. ¿Sabes cuantas veces me habían recomendado leer estos libros? Varias… pero, por pereza, por no sacar tiempo, por mil excusas los pasé por alto. Hoy te digo: Si deseas ser una persona más madura y con mejores resultados en este tema, no sigas pasando por alto el leerlos varias veces. Toma apuntes de aquello que llegue a tu estomago y ten la valentía de mirarte al espejo reconociendo dónde han estado tus errores. Después empieza a practicar lo aprendido todos los días, sin descanso ni dar vacaciones. Sin echar canas al aire, ni tomar tiempos "off" por “FRUSTRACION”. ¿Por qué lo digo? Porque lo bueno cuesta y más cuando se trata de cambiar un ego maleducado, una altivez u orgullo elevado por años. INSISTO, nunca es tarde. Yo soy la muestra de ello. Aquí me tienes queriendo ser mejor para lograr vivir mejor. Sola o acompañada, no importa, pues se debe saber dar antes de pretender querer recibir. Y, si el amor vuelve a llegar a mi puerta y Dios me diera la oportunidad de volver a vivir con alguien, quiero estar lista para saber conocer su tanque de amor y sus necesidades emocionales. Un fuerte, fuerte abrazo - Adry Victoria -
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ADRY VICTORIA G. PIEDRAHITA.Palabras de mujer a mujer... Archives
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