DIOS SANA NUESTRAS HERIDAS

¿Recuerdas cómo fue Dios con María Magdalena y Pablo? 

Dios tiene el mismo corazón para con nosotros. Él conoce nuestras  heridas, las luchas, los hábitos, y las adicciones con las que algunos viven o vivimos. Y tiene tanto el deseo como el plan, para sanar esas heridas y los malos hábitos, como lo hizo en el pasado a través de Nuestro Señor Jesucristo. 

Propongámonos a decirle cada mañana al levantarnos:  

"Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza."
 Jeremías 17:14 


Adueñémonos de Sus promesas, de Su Palabra, de las enseñanzas que vivieron por ejemplo los discípulos, para que igualmente logremos experimentar las múltiples bendiciones que ellos recibieron. 

¡Que así sea!

Te dejo un abracito...

Adry Victoria.