Hermoso día para todos. Espero de todo corazón hayan tenido un bendecido fin de semana. Hoy empezaré compartiéndoles algo muy bonito que sentí el día domingo. Bueno, estando sentada en la mesa de la cocina, mientras tomaba un café y trabajaba en las publicaciones para la página como agente de seguros, entró un mensaje del papá de mis hijos deseándome un feliz día de madres. A lo que respondí: -Gracias, qué bonito detalle, aunque usted sabe que estos días para mí ya no son tan bonitos.- Normalmente suelo preparar cosas especiales para las festividades importantes en mis paginas. Pero por más fuerte que tú seas, existen circunstancias que te llegan a debilitar emocionalmente así no quieras. A no ser que tu corazón se haya vuelto duro e indiferente. Algo que no pasa en las personas que creen firmemente en el trabajo de Dios, y yo soy una de ellas. Entendiendo que debo orar y saber esperar, y que no es en mi tiempo sino en el tiempo de Él, como también, he tenido claridad en que Dios no entra a trabajar en un corazón que no le abra la puerta. Por tal razón, cuando tú tienes hijos y alguno de ellos está alejado de cualquier diálogo, reconciliación con el prójimo y relación con Dios, es difícil que te sientas completo, tranquilo o feliz en determinadas fechas. Volviendo al papá de mis hijos, cuando él escuchó mi respuesta dijo: -Yo sé y la entiendo, PERO, el dolor de una madre se vive todos los días. Hoy CELEBRE el hecho de que usted fue buena madre. Usted ha dado todo por ellos, y es algo que debe hacerla sentir tranquila y orgullosa. Celebre lo que usted es y ha sido, y esperemos que un día todos aquellos que no han sabido valorar a sus mamás, Dios les de la oportunidad de tener suficiente vida, para saber enmendar sus actitudes.- Ante tal respuesta, era difícil no cambiar tu sentimiento de agobio, y expresé: "Dios gracias te doy por haberme dado la oportunidad de ser madre. Si el tiempo se regresara, creo sólo cambiaria un aspecto en cuanto a la cantidad de horas laborales. Del resto, creo todo sería igual, porque soy quien TÚ quisiste que yo fuera: Noble, amorosa, trabajadora, madre y amiga. Y por qué no decir que en cierta manera, he sido alcahueta de esos tres monurritos que un día me regalaste, y los que yo un día te entregué en oración." En mi portal de trabajo, compartí una tarjeta que decía: "Hoy celebramos a quienes cuidan con el alma, a quienes hacen del amor una forma de protección. Gracias por ser esa presencia constante que da seguridad, fuerza, paciencia y ternura. Espero que nunca falte quien te cuide como tú cuidas a los tuyos, y que Dios, nuestro Amoroso Padre y Creador, siga guiando cada paso que das, siga abrazándote, inspirándote y llenando tu corazón de amor, para que puedas seguir repartiéndolo de igual forma. Que tu corazón nunca se endurezca. Que tu corazón nunca deje de creer en el cambio y la transformación de almas." Sé que un día, cada madre que hoy lleva algún dolor, podrá gritar, cantar y bailar de alegría, expresando: ¡Orar, valió la pena! Doy Gracias a Dios por colocar en el corazón de Mauricio esas palabras, las cuales me motivaron a escribir para ti hoy, y las que hicieron de mi domingo un tiempo especial. Con cariño, Adri Victoria.
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June 2025
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