Mateo 27:59-60 "José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la roca; luego hizo rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro y se fue." Jesús descansa en la tumba; un día de espera y silencio. Este día de silencio y espera puede sentirse vacío, como les pasó a los discípulos. Es un reflejo de esos momentos en la vida donde todo parece detenido, donde la esperanza titubea. Pero el Sábado Santo nos enseña a confiar en lo que no vemos: mientras el cuerpo de Jesús yace en el sepulcro, algo poderoso se está gestando. Nos invita a esperar con fe, porque Dios siempre trabaja en la quietud, preparando la luz que está por venir. En la espera, confiamos en que Dios transforma la oscuridad en luz, incluso cuando todo parece perdido. Con aprecio, -Adry Victoria.
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AuthorAdry Victoria Archives
April 2025
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