Hoy quiero compartirles un pasaje del libro de 1 Corintios 1:26-31
“Recuerden lo que ustedes eran cuando Dios los eligió. Según la gente, muy pocos de ustedes eran sabios, y muy pocos de ustedes ocupaban puestos de poder o pertenecían a familias importantes. Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada. Por eso, ante Dios, nadie tiene de qué sentirse orgulloso. Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora ustedes son sabios. Dios los ha aceptado como parte de su pueblo, y han recibido la vida eterna. Por lo tanto, como dice la Biblia, si alguien quiere sentirse orgulloso de algo, que se sienta orgulloso de Jesucristo, el Señor.” 1 Corintios 1:26-31 TLA Una oración: "Señor ayúdanos a no ser prepotentes. Transforma nuestro corazón para ser dignos de tu amor y paciencia. Amén." ¡Bendecido domingo para todos! -Adry Victoria-
0 Comments
“Una respuesta sincera es tan dulce como un beso.” Proverbios 24:26 TLA De la misma manera que debe ser recibida una disculpa, Un "lo siento"... Un "perdóname"... Un "no lo vuelvo hacer"... Especialmente cuando lo expresas con amor y de corazón, quien verdaderamente se arrepiente, no vuelve a caer en lo mismo. Señor, ayúdanos a ser personas: Honestas Dulces Nobles Consientes Temerosos de TI ¡Amén! ¡Feliz y Bendecido fin de semana para todos! Con cariño, -Adry Victoria. Ceder o no ceder ante un mal entendido o ante un disgusto, es un arte, y aprender a identificar cuándo hacerlo es lo verdaderamente difícil. Ciertamente, lo ideal es no tener conflictos, pero vivimos en un mundo no perfecto aun, lo que nos llevará a relaciones y situaciones con acuerdos y muchos más desacuerdos. ¿Nos agradan? Verdaderamente lo dudo. Pero ellos se presentan principalmente, por no aceptar que no siempre tenemos la razón. Que todos somos diferentes y que se debe respetar tanto la forma de pensar de cada individuo, como al individuo como tal. ¡Claro! Cada situación es diferente. Pero en general es lo que debemos entender y tener claro, para que se logre llegar a buenos diálogos y por ende a excelentes soluciones de conflictos y reconciliaciones. Teniendo esto presente, hablemos un poco sobre lo que es CEDER, y cuando es sano y no sano, o cuando es debido hacerlo. Su significado nos dice que es: "Transferir o traspasar a alguien una cosa, acción o derecho." ¿Y por qué se dice que es un arte? . Porque hay dos clases de personas que nunca cambian de opinión: los tercos y los muertos. Ellos NUNCA ceden. Por otro lado, porque NO cualquiera SABE ACEPTAR cuando está siendo TERCA, orgullosa, grosera, ofensiva, irrespetuosa. Esto es una triste realidad. Ahora, ¿es bueno ser el que cede siempre y fácilmente ante un altercado? Te diré que al hacerlo demostramos ser flexibles y nobles. Especialmente si lo hacemos por los motivos correctos y de la forma correcta: Reflexionando, aceptando lo que nos corresponde y buscando el Diálogo. Entonces, sí es bueno, porque es mejor atraer la paz, la unión y el amor, que la discordia. Pero, si el caso es de un abusador verbal, o de una persona que siempre cree tener la razón porque su ego está sobre elevado, o porque siempre es la pobre víctima, ¡No! No lo es, ya que mas que hacerle o hacernos un bien, sólo estamos dándole más derecho a seguir montado en su dañina, arrogante y destructiva personalidad. Entiendo que nos duele estar mal o alejados de alguien a quien queremos mucho, llámese amigo, padre, primo, cuñado, compañero de trabajo, pareja o incluso HIJO, como es mi caso. Y que por ese dolor nos sintamos tentados a caer ante la acción del “CEDER”. Pero créeme que más que un bien, hacemos es un MAL, porque difícilmente caerán en cuenta que están equivocados y que deben cambiar. Difícilmente entenderán que, deben saber reflexionar en sus acciones para que puedan sentir que necesitan un cambio y deben pedir disculpas. Cuando una persona no sabe reflexionar, entonces no sabe cómo ceder, no sabe dialogar, no sabe perdonar y mucho menos sabe pedir perdón. El ceder por motivos equivocados con un: “Mejor lo olvido” “Mejor me hago el loc@“ para evitar agrandar las cosas. “Si yo no cedo, él o ella no lo hará y l@ extraño“ “Pobre, debe sentirse sol@“ “Qué importa, yo debo ser el/la madur@“ Es solo poner una cura a una herida que cada vez ira haciéndose más y más grande. Y quizás en el pensamiento de esa persona, más que un “¡Qué lind@! ¡Qué pena! ¡Qué noble!, su postura puede ser: “Siempre me salgo con la mía” “Yo siempre tengo la razón” “Se lo merecía” “Él o ella es la que debe buscarme” No en todo podremos estar de acuerdo. Eso es claro. Tampoco se trata de quien sabe más, ni quién manda más, ni quien aporta más, ni cual partido político es perfecto, ni cuál casa o carro es mejor, o si “Yo soy la madre/padre", o si “Yo soy el Hij@“ Se trata de no dañar la dignidad de una persona... Del saber escuchar... Del saber dialogar... Del saber reconocer... Y ante todo, DEL SABER APLICAR EL RESPETO. El irrespeto NO debe ser NEGOCIABLE, no debe ser pasado por alto. Duela lo que duela la distancia que debas tomar por el tiempo que debas tomarlo. Perdona en tu corazón. Preséntalo ante Dios. Ora por la situación, por la paz y la reconciliación, pide porque Dios haga la obra, y aprende a esperar. “Más vale maña que fuerza; más vale el saber que el poder. Quien quiera pelear, primero debe pensar; quien quiera ganar, debe saber escuchar.” Proverbios 24:5-6 TLA De todo corazón y con cariño te comparto esta reflexión. Un abrazo, -Adry Victoria. Si ofendemos y caemos en cuenta de ello... Si lo reconocemos y aceptamos de corazón, Disculpémonos y nunca más volvamos a caer en la misma ofensa. Proverbios 19:25 "El tonto sólo aprende a través del castigo: al que es sabio le basta con sólo ser reprendido." El mensaje del día, con cariño... -Adry Victoria. Hola mis apreciados lectores. Hoy te compartiré una reflexión con base en una de las lecturas de la semana.
Se cuenta, que había un joven con una enfermedad incurable, y en ocasiones expresaba: “No creo que temería a la muerte, si supiera qué me espera después de ella” Claramente, podrías decir que esta expresión puede llegar a ser de una persona que no ha escuchado hablar de Dios y sus maravillosas promesas. Sin embargo puedo decirte, que existen muchos cristianos, creyentes, religiosos, que conocen de La Palabra de Dios, y aún así, sienten temor. El Señor dijo: “No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si no fuera cierto, no les habría dicho que voy allá a prepararles un lugar. Después de esto, volveré para llevarlos conmigo. Así estaremos juntos. Ustedes ya saben a dónde voy, y saben también el camino que deben tomar.” Juan 14:1-4 Entonces, uno dice: ¿Cómo leer pasajes como el anterior, orar diariamente, compartir de Su Palabra, dar testimonios de sanación, liberación, restauración y, aún así, “Sentir Miedo”? Bueno, es verdad que hemos sido creados para vivir, y es normal que deseemos nunca morir A PESAR que, en la vida terrenal, a raíz del pecado original, pasemos por dolor, traición, escasez y enfermedad. Una parte de nosotros se aferra a las cosas bonitas, a logros obtenidos, a seres queridos, olvidando quizás, que el llegar a la presencia de Dios es lo mas maravilloso que nos pueda pasar. Allí, no habrá hambre, dolor, discriminación, y ¡todos seremos felices! De todos modos, ¡¡Ey!! No te sientas mal por sentir temor. Recordemos que Jesús mismo experimentó esta angustia en la víspera de su arresto. En Getsemaní, "...empezó a sentir tristeza y angustia. Entonces dijo: 'Mi alma está triste hasta la muerte'" (Mateo 26, 37-38) Jesús, probablemente más que nadie, no le resta importancia a nuestros miedos, por lo tanto, no eres la peor de las personas. El apóstol Pablo llama a la muerte “nuestro último enemigo”. Y sí, muchos son los enemigos que nos pueden llegar a acompañar en la vida, y si son enemigos, quiere decir que son malos, que no nos convienen y que traen más destrucción y pérdida, que ganancia, paz y bendición. Algunos de mis enemigos fueron la adicción a las drogas, al cigarrillo y hace poco tiempo creo haber vencido el temor a la soledad. Nada se va por sí solo. Tuve que ser consiente en algún momento, del daño que me estaba haciendo. Luego tomar una decisión y después luchar para no caer. Pero esa lucha estaba acompañada de oración, y oración de corazón. Todo enemigo debe ser enfrentado incluyendo el MIEDO A LA MUERTE. Uno de los sentimientos y enemigos más difícil de radicar. Especialmente, si no lo hemos pedido fervientemente en oración. Y es uno de los más dañinos así no lo creas. “Les dejo un regalo: Paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo”. (Juan 14:27 NTV) "Padre Celestial: Hoy de todo corazón, suplico a Ti en oración, por todas aquellas personas, que aun estando sanas, tienen terror a tan solo hablar del tema. Por favor, ten misericordia de ellas. Ten misericordia de todos nosotros. Ayúdanos a ver la muerte como algo natural. Como un regalo anhelado. Como debe ser. Ayúdanos a tener la disciplina que necesitamos para hablar contigo así como lo hizo Tu hijo amado Jesucristo. Hoy en oración intercedo por todo que vive en temor. Amén." Con Cariño, -Adry Victoria. ¿Qué es el temor a Dios? Además de ser un profundo respeto y reverencia, es el don del Espíritu que nos recuerda que debemos reconocer Su majestad, Su poder y Su santidad. Por otra parte, al tomar la decisión de vivir una vida agradable a Él, se debe trabajar arduamente. Pero ARDUAMENTE, en aborrecer el mal. ¿Por qué el énfasis? Bueno, porque es fácil expresarlo, más fácil es escribirlo, pero algo complicado es practicarlo al cien. -Adry. ¿Como dices eso? Yo no mato, no soy narco, no robo, no hago daño a nadie. “Yo temo a Dios”. Así me respondió un día cierta persona. La verdad mis bellos lectores, es que no se necesita ser “narco”, “cargar un arma”, “robar un establecimiento”, para catalogarnos como “malos o pecadores” Veamos... ¿Quién de ustedes, de repente, no ha dicho una mentira “piadosa”? ¿Quién de ustedes no ha sentido que alguien les cae “mal” les fastidia, incomoda, se les salió del corazón por X detalle o detalles, y han llegado hacer comentarios sobre eso y sobre ellos, juzgando, señalando y quizás, aumentando un poco el color del asunto? En otras palabras ¿Quién puede decir que desde que decidió entregar su vida a Cristo, creer en Él, seguirle y obedecerle, NUNCA volvió a critica, renegar, celar, robar, mentir o ser mal hablado, Ama a todo el mundo, ayuda a todo el mundo, no tiene ningún tipo de enemistades, riñas y es TODO CORAZÓN? ¿Te das cuenta? estoy segura que más de uno, si contesta a conciencia, podrá decir: "Es verdad. Debo trabajar arduamente. Quiero caer menos, porque quiero agradar más a Dios. Deseo respetarle como se merece y como me pide que lo haga. Señor. Siento pena por caer en esos errores que por momentos podemos ver o sentir que no son graves. Que de repente se hacen cotidianos y como parte de nuestro diario vivir, pero que sí lo son, pues los condenas de la misma forma que condenas al adúltero, al asesino o al ladrón. ¡Perdón! Perdón por ver fácil o sencillo, lo que ante tus ojos está mal y repudias. Ayúdanos a poner en práctica el “POR HOY”, y que sea con todo nuestro corazón, para poder lograrlo. ¡Ayúdanos por favor y no te canses de tenernos misericordia! Oró a ti en el nombre de tu hijo amado. Amén. " ¡Les mando un fuerte abrazo! -Adry Victoria. |
AuthorAdry Victoria ArchivesCategories |