“Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. Pero el ángel dijo: «No tengan miedo. Miren que traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre». De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: «Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».”
Lucas 2:9-14 NVI Reflexión. Un nacimiento siempre nos abre a la vida, al futuro y a la esperanza. Dios nos regala el ser parte activa de su iniciativa de salvación. Es tiempo de sacar lo mejor de nosotros, así como se funde el metal, para que manifieste lo mejor de sí. Estos días nos brindan la oportunidad de, salir y hacer lo que normalmente no hacemos, por los constantes afanes. Salir a dar esperanza a otros que necesitan más que nosotros. Salir y reflejar el amor de Dios, la misericordia, y el sustento que durante todo un año nos ha acompañado, con otros que han sido menos afortunados. Salir a dar a conocer lo que significa el que Dios haya enviado a su Hijo Jesucristo al mundo, a aquellos que no cuentan con la oportunidad de tener redes sociales, una television o el privilegio de asistir a un templo. Oración. "Padre celestial. No permitas que nuestros corazones sean indiferentes ante el llamado que Tú nos haces. Ayúdanos a valorar Tu palabra, Tu sacrificio y Tu amor; y ante todo Señor. Ayúdanos a tener compasión por los demás, así como Tú la tienes con nosotros. Te lo pedimos en el nombre de Tu hijo Jesús. Amén." Con Cariño, te mando un fuerte abrazo y te deseo una diferente y feliz navidad. - Adry Victoria.
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“María respondió: ¡Le doy gracias a Dios con todo mi corazón, y estoy alegre porque Él es mi Salvador! Dios tiene especial cuidado de mí, que soy su humilde esclava. Desde ahora todos me dirán: “¡María, Dios te ha bendecido!” El Dios Todopoderoso ha hecho grandes cosas conmigo. ¡Su nombre es santo! Él nunca deja de amar a todos los que lo adoran.” Lucas 1:46-50 Reflexión: La Virgen María nos recuerda a engrandecer a Dios nuestro único Señor y Salvador. Nadie más debería ocupar este lugar. Ella nos enseña y personifica la verdadera actitud que Dios busca en todo ser humano. Dios “extiende su misericordia” a los que le obedecen y temen. Oración: "Señor, llénanos de Tu confianza y bondad. Trasforma y purifica nuestros corazones, para que logremos parecernos a María; mujer que ni por un instante dudó, ni renegó, ni desconfió, ni temió o se llenó de orgullo. Te lo pedimos de corazón, en el nombre de tu hijo amado. Amén." Con Cariño, Adry Victoria. Lucas 1, 39-45
"Por aquellos días, María se levantó y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando en voz alta, dijo: —Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme? Pues en cuanto llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno; y bienaventurada la que ha creído, porque se cumplirán las cosas que se le han dicho de parte del Señor." Reflexión o Mensaje De ese encuentro surge la alegría. Un sentimiento profundo de María e Isabel. Una alegría que llena sus vidas. María no se encierra, sino que va a cuidar a su prima. No se da importancia a sí misma. No piensa: “Como soy la madre de Dios, yo soy la importante". Su ilusión es cuidar de su prima. Al igual que la Virgen María, nosotros podemos ser para los demás la mirada, la sonrisa, los brazos, la ternura, la paciencia, la nobleza, el apoyo, las manos y la alegría de Dios. Creo que si aprendemos a servir con amor y vamos al encuentro de otros, en vez de esperar a que vengan siempre a nosotros, será como permitimos que Dios cambie este mundo. Con cariño, Adry Victoria. Mateo 1:18-25
“Así fue como nació Jesús, el Mesías: Su madre, María estaba comprometida para casarse con José. Pero antes de que vivieran juntos, se supo que ella estaba embarazada. José era un hombre bueno y obediente a la ley de Dios. Como no quería acusar a María delante de todo el pueblo, decidió romper en secreto el compromiso. Mientras pensaba en todo esto, un ángel de Dios se le apareció en un sueño y le dijo: «José, no tengas miedo de casarte con María. El Espíritu Santo fue quien hizo que ella quedara embarazada. Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados.» Cuando José despertó, obedeció al ángel de Dios y se casó con María. Pero no durmieron juntos como esposos antes de que naciera el niño. Y cuando este nació, José le puso por nombre Jesús. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías: «¡Presten atención! Una joven virgen quedará embarazada, y tendrá un hijo. Y llamarán a ese niño Emanuel.» Este nombre significa «Dios está con nosotros».” ¡Gracias Padre por Tu incomparable amor! ¡Gracias por enviar a Tu amado Hijo Jesús! ¡Tuya es la tierra y lo que ella tiene! La anterior escritura nos invita a reflexionar sobre cómo nosotros respondemos a los planes de Dios para nuestra vida, incluso cuando no entendemos completamente lo que Él nos pide. Hoy es un buen día para volver a reflexionar sobre nuestra disposición a obedecer su voluntad como lo hizo José. Con cariño, -Adry Victoria. El Señor vendrá con esplendor a visitar a Su pueblo, Su creación, a Sus hijos amados, para traer La paz y la vida eterna.
"Padre Celestial, ayúdanos a esperar en constante vigilancia la venida de tu unigénito, para que, conforme a lo que nos enseñó el autor mismo de nuestra salvación, podamos correr presurosos a su encuentro con nuestras lámparas encendidas. Amén." - Adry Victoria. Lectura a compartir en tan bello y bendecido día. Mateo 11:28-30 »Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.» "Señor: Lo que mis hombros no puedan seguir cargando, te lo entrego. Te entrego el dolor de la desilusión y el irrespeto, la indiferencia ante el perdón. El dolor de la soledad que algunos nos hacen sentir. Te entrego este tipo de cosas o sentimientos, ya que ellos son los que hacen difíciles mis días y mis noches con angustia. Los que me roban la Paz. Y con respecto a las otras cargas cotidianas que nos acompañan, sigue dándonos la fuerza y la sabiduría que necesitamos para manejarlas, Amén." Te comparto mi oración y espero tengas un día tranquilo. Un abrazo, -Adry Victoria. Para hoy les comparto el Salmos 95:1-8
“¡Vamos, cantemos con alegría! ¡Alabemos a nuestro Dios! ¡Él nos salva y nos protege! ¡Vayamos a darle gracias! ¡Cantémosle himnos de alabanza! Nuestro Dios es poderoso, ¡es el rey de todos los dioses! Nuestro Dios tiene en sus manos lo más profundo de la tierra; suyas son las montañas más altas. Suyos son el mar y la tierra, pues él mismo los creó. ¡Vamos, adoremos de rodillas a nuestro Dios y creador! Pertenecemos a Dios; nosotros somos su pueblo. Él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño; ¡estamos bajo su cuidado! Si hoy escuchamos su voz, no seamos tercos, como cuando nos rebelamos en el desierto, cerca de Masá.” Nuestro Dios es quien nos Salva, quien nos protege... Vayamos a Él en gratitud. ¡Bendecido día para todos! Un abrazo con cariño, Adry Victoria. Lectura del libro de Isaías 40:1-11 “¡Consuelen, consuelen a mi pueblo! —dice su Dios—. Hablen con ternura a Jerusalén y anúncienle que ya ha cumplido servicio obligatorio, que ya ha pagado por su iniquidad, que ya ha recibido de la mano del Señor el doble por todos sus pecados. Una voz proclama: «Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen en el desierto un sendero para nuestro Dios. Se levantarán todos los valles y se allanarán todas las montañas y colinas; el terreno escabroso se nivelará y se alisarán las quebradas. Entonces se revelará la gloria del Señor, y la verá toda la humanidad. El Señor mismo lo ha dicho». Una voz dice: «Proclama». «¿Y qué voy a proclamar?», respondo yo. «Que todo mortal es como la hierba y toda su gloria como la flor del campo. La hierba se seca y la flor se marchita, porque el aliento del Señor sopla sobre ellas. Sin duda, el pueblo es hierba. La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre». Portadora de buenas noticias a Sión, súbete a una alta montaña. Portadora de buenas noticias a Jerusalén, alza con fuerza tu voz. Álzala, no temas; di a las ciudades de Judá: «¡Aquí está su Dios!». Miren, el Señor y Dios llega con poder y con su brazo gobierna. Su galardón lo acompaña; su recompensa lo precede. Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas.” Nosotros no podemos construir una calle que nos saque de nuestros pecados, ni podemos hacer nuestro propio camino a la salvación, pero sí podemos entregamos a Dios a través de Cristo Jesús y declarar que ya no nos pertenecemos a nosotros mismos sino que le pertenecemos a Él, y a través de nuestra cotidiana relación y deseo de cambio podremos estar listos para cuando el tiempo llegue. ¡Te mando un fuerte abrazo y una voz de ánimo! -Adry Victoria. Lectura del libro de Isaías 35: 1-10 “Se alegrarán el desierto y el sequedal; se regocijará la estepa y florecerá como la rosa. Florecerá y se regocijará: ¡Gritará de alegría! Se le dará la gloria del Líbano y el esplendor del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortalezcan las manos débiles, afirmen las rodillas temblorosas; digan a los de corazón temeroso: «Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos». Se abrirán entonces los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; saltará el cojo como un ciervo, y gritará de alegría la lengua del mudo. Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en el sequedal. La arena ardiente se convertirá en estanque, la tierra sedienta en manantiales burbujeantes. Las guaridas donde se tendían los chacales serán morada de juncos y papiros. Habrá allí una calzada que será llamada Camino de Santidad. No viajarán por ella los impuros ni transitarán por ella los necios; será solo para los que siguen en ese camino. No habrá allí ningún león, ni bestia feroz que por él pase; ¡allí no se les encontrará! ¡Por allí pasarán solamente los redimidos! Volverán los rescatados del Señor y entrarán en Sión con cantos de júbilo; su corona será el gozo eterno. Se llenarán de regocijo y alegría, y se apartarán de ellos el dolor y los quejidos.” Enseñanza de esta lectura: Quien decide conocer al Señor tomará un camino de redención, salvación y renovación. Por el camino tendrá días oscuros y quizás caídas. Pero aún así, si persevera, Vera luz, flores, amor y gozo. Por lo tanto nunca debemos pensar o sentir que somos un “caso perdido”, porque para nuestro Señor, cada día es una nueva oportunidad y, por cada avance que damos, Él hace un festín de música celestial. El débil, debe fortalecer sus rodillas en oración y decir: fuerte soy Un abrazo, -Adry Victoria |
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January 2025
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