“Estén siempre atentos y listos para lo que venga, pues su enemigo, el diablo, anda buscando a quien destruir. ¡Hasta parece un león hambriento! Resistan los ataques del diablo; confíen siempre en Dios y nunca duden de él. Ya saben que en todo el mundo otros seguidores de Cristo están sufriendo como ustedes.” 1 Pedro 5:8-9 TLA Cuando Oramos a Dios pidiendo por la gracia de ser humildes, Él también nos dará la sabiduría, la fe y la santidad. ¡Que así sea! -Adry Victoria.
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Si queremos saber lo que hay en el interior de una persona, sólo debemos observar sus acciones y escuchar lo que normalmente dice. Es evidente que para conducir a los demás hacia la rectitud, se ha de forjar en uno mismo la firme decisión de ajustarse a ella. “Rectitud, Amor, Amabilidad, Solidaridad, Prudencia.” Por lo tanto, las escrituras nos animan, enseñan y aconsejan, a que constantemente nos auto examinemos y que llenemos nuestro corazón de cosas buenas, para que nuestro pensar, actuar y hablar siempre sea igualmente bueno, y por consiguiente, sea de bendición. Cuando Jesús dijo: "De la abundancia del corazón habla la boca", lo que quiso decir es que la constancia de las palabras y los actos dirá lo que somos. Este fin de semana todos debemos tomar un tiempo para reflexionar sobre este mensaje. No por crítica, sino por un cambio, para una siguiente semana con bendición. Un bendecido fin de semana para todos. Con cariño, -Adri Victoria. Romanos 12:12-16 “Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.” Que la esperanza nos ayude a mantenernos alegres, enteros en las dificultades, y firmes en la oración. Como también solidarios en o con las necesidades de los demás. Al cabo, la actitud que tengamos, será el reflejo que daremos a los demás de quién es nuestro Dios y cómo obra en nuestra vida, o cuánto verdaderamente le seguimos, le creemos y obedecemos. Un fuerte abrazo con cariño, -Adri Victoria. Recordemos que nada ni nadie puede separar al creyente del amor de nuestro Padre Dios manifestado en Cristo, ni la persecución, ni la angustia, ni la muerte, ni la vida. La oración de esperanza fortalece. “Solo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros. Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.” Romanos 8:31-32 TLA Que nada pueda separarnos de la relación con nuestro Padre mediante la oración. Aún en los días más productivos, felices y llenos de salud, ¡sigamos en oración! Un fuerte abrazo con cariño, -Adri Victoria. Todos los que creemos en nuestro gran Padre Celestial, creador y dueño del cielo y la tierra, estamos invitados a vivir una nueva esperanza hecha de fe, a tener perseverancia, paciencia y acción, a pesar de cualquier circunstancia por la que se tenga que atravesar. Esto nos lo recuerda la escritura en Romanos 5:3-5 “Pero también nos alegra tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el sufrimiento. Y si aprendemos a soportarlo, seremos aprobados por Dios. Y si Él nos aprueba, podremos estar seguros de nuestra salvación. De eso estamos seguros: Dios cumplirá su promesa, porque Él nos ha llenado el corazón con su amor, por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.” Si hoy estamos atravesando por algún dolor o dificultad, leamos las veces que sea necesario este versículo, pidiéndole al Espíritu Santo nos llene de fuerza para lograr resistir, teniendo la certeza de que no estamos solos y que habrá una recompensa. La resistencia es la capacidad de seguir adelante cuando tenemos ganas de detenernos o darnos por derrotados. En otras palabras, es una oportunidad para mostrar nuestro grado de fe, o de confianza en Dios a un nivel más profundo. Levantémonos, sigamos adelante. Démonos un abrazo y pidamos a Dios que a través de alguien, nos muestre una lucecita de Su bello amor. Un fuerte abrazo con cariño. -Adri Victoria. Jesús vivía en continua comunicación con el Padre. De igual manera debemos buscarle nosotros. * En momentos de alegría y gozo: Mateo 11:25-26 * En momentos de prueba y sufrimiento: Marcos 14:32-36 * En los momentos de las comidas: Juan 6:11; Mateo 26:30 * En las tentaciones: Lucas 4:1-13 * Antes de escoger a los apóstoles: Lucas 6:12-13 * En la Transfiguración: Lucas 9:28-31 * En la cruz: Marcos 15: 34; Lucas 23: 34 * Antes de morir: Lucas 23: 46 Jesús también invita a: * Evitar en la oración la hipocresía (Mateo 6:5-6) * A no dejarse llevar por la palabrería (Mateo 6:7-8) * A no separar la oración de la vida concreta y de sus exigencias, ósea: “No basta decirme: ¡Señor, Señor! para entrar en el Reino de Dios, hay que poner por obra el designio de mi Padre del cielo” (Mateo 7: 21) * A la perseverancia en la oración (Lucas 11: 5-13) * Y, a hacer la oración “en espíritu y verdad”, es decir movidos por el Espíritu y cumpliendo lo que Él, la Verdad, ha enseñado (Juan 4: 23-24)” La oración nace de la vida concreta vista desde la perspectiva de la fe. Esta nos muestra a Dios presente y cercano, al Padre Celestial que nos habla. Nos invita a un diálogo con Él y nos pide una respuesta de compromiso con el prójimo. Con la oración, aprendemos a pedir, a alabarle, a darle gracias, en medio de la vida de cada día con sus alegrías y tristezas, con sus problemas, desilusiones y dificultades, con sus éxitos y fracasos. Con ella aprendemos a transformar en plegaria nuestra historia personal, Y también a examinarnos como personas. La Biblia nos hace ver que para orar con Jesús y como Jesús, necesitamos partir de una experiencia de Dios en nuestra realidad. "Padre, gracias por esta enseñanza, por este estudio y reflexión. gracias por abrir nuestra mente y corazón, para que dedicáramos el tiempo de leer este mensaje a través de esta red. Por favor ayúdanos a querer seguir invirtiendo tiempo en lecturas que, no sólo nos enseñen más de ti e ir siendo mejores personas, si no que también nos acerquen más a una mejor y mas íntima relación contigo. Finalmente no sólo es lo que Tú más quieres y deseas, sino que es lo que más nos conviene y bendice. ¡Alabado sea Tu nombre! Gracias por Tu amor, por Tu paciencia y por Tu presencia que nunca nos abandonas. Gracias también por las personas que pones en nuestra vida de una u otra manera y nos recuerdan que Tú estas ahí para nosotros. Amén." ¡Te mando un cariñoso abrazo! Feliz y bendecido fin de semana, -Adri Victoria. Continuemos aprendiendo juntos... En el evangelio de Lucas 11:1-4 encontramos que: “Un día, Jesús fue a cierto lugar para orar. Cuando terminó, uno de sus discípulos se acercó y le pidió: —Señor, enséñanos a orar, así como Juan el Bautista enseñó a sus seguidores. “Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.” En el libro de “Reza con la biblia en el contexto de la vida” leí que, en esta oración que Dios nos dejó como modelo, “El Padre Nuestro”, podemos encontrar cómo nos señala las actitudes y los contenidos de la oración cristiana. Tales como: * Confianza en el Padre * Apertura a Sus caminos * Búsqueda del Reino * Preocupación por los problemas de la vida humana * Petición del perdón de las propias culpas * Actitud de perdón hacia el prójimo * Súplica de ayuda para no sucumbir en la tentación” Creo que podría decir que casi todo el mundo conoce o sabe esta oración, y estoy segura de que muchos, en algún momento, la hemos expresado en voz baja o quizás alta, de forma mecánica, como quien por instinto apaga una luz que no se necesita. Pero, cuando de corazón y a conciencia la oras, llegas a ampliarla en medio de la plática con Dios, porque eso es la oración. Una relación de conversación íntima con nuestro Creador. Decía, que al tener esa oración profunda enfocada en el Padre Nuestro, usas cada párrafo exponiendo tu vida, tu situación, tu alabanza y, suplicando por el perdón y una transformación. Te compartiré un ejemplo en cuanto al versículo 4. “Perdona o Señor mis pecados y ayúdame de igual manera a que así mismo pueda perdonar yo a quienes tanto me han lastimado, abuzado o maltratado. Padre, cómo pedirte que me perdones y no ser yo capaz de hacerlo con “X persona”. Ten misericordia y dame la sabiduría y el entendimiento que necesitamos. Sé que en Tu Palabra nos enseñas que, antes de venir a Ti, revise cómo estoy con mi prójimo. Por lo tanto, te pido auxilio, fortaleza y humildad para lograr llegar a ti sin mancha”. Sigue: “No me dejes caer en tentación. Sabes que soy débil en “tal área”, Líbrame del mal. Amén.” Es tan hermoso saber que cada día tenemos la oportunidad de mejorar, corregir y en este caso de aprender a orar de una manera más profunda, sincera y extensa con la ayuda y guía que nos dan las escrituras. Espero de todo corazón que la lectura de hoy haya sido de tanta bendición y aprendizaje para ti como lo fue para mí. Te mando un abrazo con cariño… -Adry Victoria. Sigamos aprendiendo del libro “Reza con la Biblia en el contexto de la vida”.
Es de la oración de donde brota para Cristo la fuerza para cumplir la voluntad del Padre. Este libro nos dice que, la oración de Jesús está caracterizada por la confianza filial que tiene al Padre. De hecho, en todas las oraciones públicas se dirige a Él con esa palabra: “Padre”. Más todavía, como nos lo transmite el evangelio de Marcos, usa el diminutivo ABBA, equivalente a nuestro “Papá”. “Decía: ¡Abba! ¡Padre! Todo es posible para Ti, aparta de mí este cáliz, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres Tú” (Marcos 14: 36). Jesús sabía que el sufrimiento será horrible, pues el lado humano de Jesús también tiene su propia voluntad. Si en las pruebas se tratara de nuestra elección, obviamente elegiríamos no tener que atravesar por nada que nos vaya a causar dolor, angustia, zozobra o la muerte. Por lo tanto, al tener esa relación y confianza con nuestro Padre, nos dirigimos a Él en oración, pidiendo o suplicando por la fortaleza que solo Él puede proveernos. No sé si hoy estás pasando por algún tramo difícil, y si ese es el caso, aduéñate de este versículo. ¡Hazlo tuyo! Presenta tu necesidad, tu angustia o dolor ante Dios, y dile que sea SU voluntad y no la tuya. Pero que te dé las fuerzas que necesitas. Dios te abrace fuertemente en este día tarde o noche. Con cariño, -Adry Victoria. ¿Será que todos sabemos como hacerlo? Te diré que me he encontrado con algunas personas que dicen: “Yo no sé orar". La mayoría entendemos que con ella, nos acercamos a nuestro gran Padre y Creador, para: 1. Agradecer. Por cada amanecer, por cada victoria, por las personas que son de bendición. Por la belleza que nos rodea, por nuestra salud, economía, trabajo. En conclusión: Agradecemos por todo lo que nos “infla” el corazón de emoción, tranquilidad y paz. 2. Pedir. Por un buen día, por el sustento, un ser en dificultades, la crisis del mundo, los enfermos, los niños que sufren, los ancianos, la violencia, los gobiernos, los encarcelados. Quizás, por sanidad emocional o protección por un problema. Son tantas las cosas por las que hay que orar. Estoy segura que un gran grupo de personas nunca siente dificultad para hacerlo. Son devotos, emotivos y disciplinados. Hablan con Dios, con gran facilidad. Otros, a pesar de tener una idea amplia al respecto, en ocasiones llega a sentirse corto de palabras o sin saber qué decir. Llegando a sentirse como estación de radio, “Tocando la mismas melodías cada mañana” Pensando en ello, comencé una búsqueda dentro de mi aplicación “YouVersión” y la biblioteca del celular “Libros” y encontré uno llamado, “Reza con la Biblia en el contexto de la vida.” Inmediatamente me cautivó. Al ir leyendo me di cuenta, que quizás muchos no hemos sabido cómo usarla en favor a nuestra Oración. Por lo tanto, me pareció que sería una buena lectura a compartir. Especialmente para aquellos que en algún momento han dicho: "¿Cómo Oro?" o un "¿Qué se dice?" Por tonto que suene, la realidad es que a muchos se les dificulta expresar sus sentimientos a Dios, su Padre y Creador. Entonces, aquí vamos. Aprendamos Junt@s 🥰 Leía que todas las realidades de la existencia, la naturaleza, las grandes y pequeñas historias, un día se transformaron en oración y han quedado en la Biblia para ayudarnos, guiarnos y también para educarnos en cuanto a lo que Dios busca de nosotros. Estamos acostumbrados a que todos los productos que adquirimos vengan acompañados de unas indicaciones para su uso, ¿verdad? Bueno, la Biblia es, sin duda, el libro más rico en experiencias de oración. Reflejan la experiencia de fe de un pueblo, sus peticiones, su gratitud, su alabanza, sus deseos y aspiraciones, sus lamentos y dolores. Leer esas plegarias es, para nosotros, escuchar una voz que nos enseña, y que nos va dando la capacidad de hacerlas nuestras, para finalmente, guiarnos a formular nuestras propias oraciones. En el libro de SALMOS 8:1-9, podemos ver un primer ejemplo de cómo poner en práctica la instrucción o guía dada. Leerlo en su contexto histórico, es un himno de alabanza a Dios por haber creado al hombre capaz de contemplar los cielos, de dominar la creación y de alabar por ella y con ella a Dios. “Oh Señor, Soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! Con la alabanza que brota de los labios de los pequeñitos y de los niños de pecho has construido una fortaleza, para silenciar al enemigo y al vengativo. Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: «¿Qué es el hombre para que en él pienses? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo tomes en cuenta?». Lo hiciste poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Le diste dominio sobre la obra de tus manos; todo lo pusiste bajo sus pies: todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo, los peces del mar y todo lo que surca los senderos del mar. Oh Señor, Soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!” Salmo 8:1-9 NVI Leerlo desde nuestra vida y nuestro tiempo, conocemos la grandeza de la creación mejor que los antiguos. Sabemos de las galaxias y constelaciones. De otras maravillas de la creación. En nuestra vida personal experimentamos cada día lo que hemos recibido de Dios: cualidades, dones, oportunidades. Por lo tanto al leer este salmo 8, podemos expresarle a Dios lo que llegue a nuestro corazón, personalizándola de acuerdo a lo que estemos viviendo. De esta manera, es como a través de su palabra podemos hacer nuestra la oración. Qué reconfortante es saber que no estamos solos, y que siempre habrá una mano que nos ayude y guíe, hasta para aprender a orar. Mañana veremos otros versículos que nos seguirán guiando. ¡Que así sea! Deseo que tu día sea muy bendecido. Te mando un fuerte abrazo -Adry Victoria. |
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January 2025
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